Según diversos titulares, existiría un supervolcán bajo los estados de New Hampshire, Vermont y Massachusetts; sin embargo esto no es completamente cierto.
Esta alarmante noticia se ha basado en un estudio que fue publicado el año pasado. El estudio sugería que no deberíamos esperar un nuevo supervolcán, del tipo Yellowstone, en el corto o largo plazo. ¿Entonces qué está pasando aquí?
Durante la década de 1970 se descubrió una fuente de calor bajo los tres estados, y aunque anteriormente se creyó que era causado por el caliente material del manto terrestre (conocido como «Great Meteor»), un estudio científico en 2016 logró determinar que existe alta actividad bajo dicho lugar, muy independiente del material caliente del manto.
Esta anomalía era ya conocida anteriormente, y fue denominada «North Appalachian Anomaly» (NAA) (o Anomalía de los Apalaches del Norte, en español); sin embargo la alta temperatura e independencia de «Gran Meteoro» fueron una total sorpresa. En base a esto, los autores del estudio, sugirieron que en unos millones de años, podrían surgir muchos volcanes en el noroeste de EE.UU.
En el año 2017, un equipo de investigadores de la Rutgers University (que también fueron coautores de la investigación de 2016), realizaron una investigación utilizando datos de EarthScope (obtenidos mediante instrumentos sísmicos). Este estudio tuvo el objetivo de descubrir qué estaba pasando debajo de Nueva Inglaterra. Los datos obtenidos indicaron la existencia de una forma de globo, característica de la parte superior de una pluma del manto.
La característica hallada es angosta, posee movimiento lento y debido a la falta de actividad en la superficie, los investigadores creen que podría ser geológicamente joven. Esto indica que si bien podría ocurrir un erupción, sería dentro de aproximadamente 50 millones de años, y no al nivel de un supervolcán.
Es mas, la erupción podría ser tan pequeña que posiblemente no cause volcanes en la superficie.
¿Entonces, de dónde surgió la alerta de un posible supervolcán? Es posible que sea de los errados conceptos de los «vulcanólogos» en las redes sociales.
Según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), un supervolcán se define por generar estallidos de más de 1.000 kilómetros cúbicos de material volcaniclástico fresco de una manera repentina y violenta. Cuando lo hacen, dejan un gran cráter conocido como caldera.
Los supervolcanes están definidos por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) como aquellos que en algún momento han estallado más de 1,000 kilómetros cúbicos (240 millas cúbicas) de material volcaniclástico fresco de una manera repentina y violenta. Cuando lo hacen, dejan un gran cráter conocido como caldera.
Un ejemplo de supervolcán es Yellowstone, que ha estallado de forma catastrófica en tres oportunidades durante los últimos 2.1 millones de años. Yellowstone tiene la capacidad de producir la cantidad requerida de material para ser considerado un supervolcán.
Para que un supervolcán surja deben ocurrir una serie de factores en simultáneo, caso contrario solo podríamos obtener un volcán o una serie de volcanes, como lo ocurrido en Hawaii.
Es preocupante el hecho de que algunos medios de noticias afirmen la existencia de un supervolcán en el noroeste de EE.UU. Esto sucede a pesar de que el autor principal del estudio, el Prof. Vadim Levin, un geofísico de Rutgers, descartó claramente esa posibilidad.
Levin dijo en un comunicado:
El afloramiento no es parecido a Yellowstone, pero es un pariente lejano en el sentido de que algo relativamente pequeño, no más de un par de cientos de millas de ancho, está sucediendo”.
Y aunque es posible que en el lejano futuro pueda ocurrir alguna actividad volcánica en dicha zona, no se trata de un supervolcán como muchos han afirmado.
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