A pesar de la enorme distancia a la que se encuentra, la impresionante y bella nebulosa Eta Carinae está haciendo sentir sus efectos sobre nuestro planeta. Los 7.500 años luz que la separan no han sido impedimento para que este objeto espacial bombardee con rayos a nuestro planeta.
En el siglo XIX, este sistema estelar fue, súbitamente, la segunda estrella más brillante en el cielo. Anteriormente se pensó que se trataba de una supernova, sin embargo ahora sabemos que se trató del desprendimiento de una gran cantidad de material de sus estrellas.
Aunque el evento llamado «Great Eruption» (o, Gran Erupción, en español) nunca fue aclarado, ahora un nuevo estudio, utilizando los datos obtenidos por el telescopio espacial NuSTAR de la NASA, ha descubierto que este sistema aún continúa disparando potentes partículas de energía hacia la Tierra, y algunas de ellas llegan a nosotros como rayos cósmicos.
Kenji Hamaguchi, astrofísico del Goddard Space Flight Center de la NASA en Greenbelt, Maryland, y autor principal de el estudio, dijo en un comunicado:
Sabemos que las ondas expansivas de estrellas explosionadas pueden acelerar las partículas de rayos cósmicos a velocidades comparables a las de la luz, un impulso de energía increíble. Procesos similares deben ocurrir en otros entornos extremos. Nuestro análisis indica que Eta Carinae es uno de ellos”.
Eta Carinae brilla en rayos X en esta imagen del Chandra X-ray Observatory de la NASA. Los colores indican diferentes energías. Crédito: NASA/CXC and NASA/JPL-Caltech
Actualmente sabemos que los rayos cósmicos han golpeado nuestro planeta, provenientes desde más allá del Sistema Solar, sin embargo su carga eléctrica indica que pierden su curso cuando impactan contra un campo magnético, complicando que podamos rastrear su origen. Sin embargo, NuSTAR, ha logrado identificar una parte de la radiación, determinando que proviene del mencionado sistema estelar.
Eta Carinae está compuesta de dos estrellas enormes, con masas entre 90 y 30 veces la masa del Sol. Cada 5.5 años pasan muy cerca entre sí, a tan solo 225 millones de kilómetros, una distancia similar a la distancia de Marte al Sol. Al aproximarse demasiado, los vientos estelares de estos astros chocan entre sí, generando intensos rayos X que fueron detectados por NuSTAR. Además, los investigadores también detectaron una potente explosión de rayos gamma, utilizando el Telescopio Espacial Fermi Gamma-ray de NASA.
Algo que ha sorprendido totalmente a los científicos, es que los rayos X generados por la colisión de los vientos estelares son tres veces más enérgicos de lo que los científicos sabían. Además, estos vientos parecen estar en sincronía cuando los rayos gama son emitidos.
NASA señaló en un comunicado:
Los investigadores dicen que la mejor explicación tanto para la emisión de rayos X como para la emisión de rayos gamma es la aceleración de los electrones en violentas ondas de choque a lo largo del límite de los vientos estelares en colisión. Los rayos X detectados por NuSTAR y los rayos gamma detectados por Fermi surgen de la luz de las estrellas, dado un gran impulso de energía por las interacciones con estos electrones”.
Como decíamos al inicio de la nota, a pesar de la enorme distancia a la que se encuentra, este sistema estelar nos bombardea continuamente con intensa radiación. Me pregunto cuantos otros «cañones» de rayos cósmicos por allí fuera, en el Universo, estarán bañándonos con sus potentes rayos en este momento, y de qué manera esto influye en nuestro planeta y en nuestros cuerpos.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Nature Astronomy.
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