Parecen llegar de más allá de la Vía Láctea y se repiten miles de veces por minuto. Las emite «un objeto extremadamente poderoso»
Un equipo internacional de astrónomos, entre los que se encuentran científicos de la Universidad McGill de Quebec (Canadá) y del Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR) en Bonn, Alemania, han detectado por primera vez repetidas “emisiones de radio rápidas” (FRB, en inglés), cuyo origen, todavía desconocido, sitúan probablemente más allá de la Vía Láctea. Los resultados indican que estas emisiones proceden de un objeto extremadamente poderoso que en ocasiones produce múltiples explosiones en menos de un minuto.
Las FRB -que se percibieron por primera vez en 2007 gracias al radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico)- son estallidos de ondas de radio que aparecen temporalmente y de forma aleatoria y fugaz, lo que dificultan su estudio y localización. Los científicos han tratado en vano de determinar qué las produce y por qué duran tan solo unas milésimas de segundo.
Los nuevos hallazgos, realizados por un equipo liderado por Paul Scholz, en McGill, y que ahora publica la revista Nature, indican que esas nuevas FRB proceden de un objeto extremadamente poderoso que produce, ocasionalmente, múltiples emisiones en menos de un minuto.
La publicación señala que, hasta la fecha, según la evidencia científica, parecía que todos los estallidos de ondas de radio rápidas detectadas eran fenómenos aislados. Por ello, la mayoría de teorías apuntaban a que el origen de esos misteriosos pulsos de radio de corta duración involucraba incidentes de cataclismos como, por ejemplo, casos de una estrella que explotaba dentro de una supernova -explosión estelar- o una estrella de neutrones que colapsaba en un agujero negro.
Según Nature, el nuevo hallazgo muestra que al menos algunas de esas emisiones de radio rápidas tienen otros orígenes que, probablemente, estén ubicados fuera de la Vía Láctea.
El pasado 5 de noviembre, Scholz revisó nuevos datos desde un ordenador del Centro Informático de Alto Rendimiento de la citada universidad canadiense, que habían sido recabados en mayo y junio de 2015 con el radiotelescopio de Arecibo. Estos mostraban varias emisiones de radio rápidas que contaban con propiedades consistentes con las FBR detectadas en 2012.
El científico consideró “sorprendentes” y “muy emocionantes” las nuevas señales repetidas -un total de diez- y dijo que inmediatamente supo que el hallazgo “sería extremadamente importante en el estudio de las FRBs”.
Un origen «exótico»
Según Nature, el descubrimiento sugiere que las emisiones podrían proceder de “un objeto muy exótico”, como una estrella de neutrones rotatoria, cuya potencia sin precedentes permitiría las emisiones.
Los investigadores consideraron también posible que este sea el primer hallazgo de una subclase de emisiones de radio rápidas cósmicas. “Estas emisiones no sólo se repitieron, sino que su luminosidad y su espectro también difirió de las de otras FRB”, observó Scholz.
Los científicos creen que estas y otras FRB se originan en galaxias lejanas, en base a la medida de un efecto conocido como dispersión de plasma.
Las diez nuevas emisiones, como la que ya se detectó en 2012, tienen tres veces más del máximo de la dispersión de plasma que se esperaría si su origen estuviera localizado dentro de la Vía Láctea. Según la publicación, los expertos confían en identificar en estudios futuros cuál es la galaxia en la que esas nuevas FRB se originan.
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