WIV1-CoV es el nombre de un nuevo virus que, según los últimos datos, podría causar SARS, un síndrome grave respiratorio. Además, este virus es capaz de saltar de los murciélagos a los seres humanos por el aire.
Porque en los últimos años sí que hemos visto varios virus capaces de “saltar” entre especies. Ahora conocemos un poco más el mecanismo tras los virus. Especialmente los conocidos como virus “tipo” SARS (SARS-like viruses) representan una amenaza, tal y como acaba de comprobar un equipo chino. Aunque ya se sospechaba la capacidad de WIV1-CoV de infectar a humanos, nadie esperaba que estos virus estuvieran ya listos para invadir a nuestra especie.
WIV1-CoV la amenaza latente
Los murciélagos rufus de herradura, Rhinolophus sinicus, son una especie extendida por toda Asia. Estos animales se alimentan de insectos que cazan gracias a su especial sentido de ecolocación. Sin embargo, a veces se topan con un ser humano y arañan o muerden en una refriega indeseada. Otras veces los seres humanos interactúan con ellos por otras razones. Aunque manipular estos animales es seguro, existe un peligro potencial. Y es que WIV1-CoV se transmite por el aire.
Este es un virus que usa de reservorio a estos murciélagos. Eso quiere decir que el virus se replica y se mantiene gracias a los animales. Pero ellos no mueren debido al virus. Son portadores asintomáticos. Sin embargo, el virus sí puede afectar a los seres humanos.
Los coronavirus están extendidos por todo el mundo y constituyen un género de virus con varios representantes. En concreto, WIV1-CoV es un coronavirus que, según muestran los últimos datos, se une a los mismos receptores que el virus causante del SARS. Eso quiere decir que, con casi total probabilidad, tiene la capacidad de causar un SARS, un síndrome respiratorio agudo grave.
El SARS (o SRAG, en español), es un síndrome que apareció por primera vez en 2002, en Asia, causado por otro virus y que se ha extendido a nivel global. Su mortalidad alcanza actualmente el 13% de los afectados, lo que es una cifra considerable. Y, precisamente, WIV1-CoV podría ser capaz de provocar este síndrome en humanos, proviniendo de los murciélagos.
Es más, según los datos por el grupo constituido por investigadores de todo el mundo, WIV1-CoV está “listo” para provocar una epidemia. Si recordamos los problemas causados por la gripe aviar o la gripe porcina, estaríamos ante una buena homología. El virus, tal y como se ha observado, es capaz de reproducirse en células humanas y extenderse sin problemas. Además, los intentos de vacuna contra él no han dado resultado. Así que, sin ser alarmistas, no está de más ir preparando las armas contra la nueva amenaza. Y es que, según los autores, este virus podría no saltar nunca al ser humano. O, todo lo contrario, y provocar una epidemia enorme.
El origen de los coronavirus
Como decíamos al comienzo, WIV1-CoV aunque no es extraño resulta excepcional. Los casos de zoonosis, es decir, de transmisión de enfermedades desde animales a seres humanos, no son muy comunes. En el caso de los coronavirus, como WIV1-CoV, son causantes de algunas enfermedades graves respiratorias y otros síndromes. Pero lo interesante de este género es, precisamente, su extraña procedencia, pues se estima que algunos de estos virus se originaron en especies como los murciélagos y, tiempo atrás, consiguieron saltar a otras especies, entre ellas los seres humanos.
Actualmente existen varios coronavirus especializados, incluyendo uno humano. Pero cada vez descubrimos nuevas clases de virus capaces de saltar entre especies. En concreto, el WIV1-CoV es bastante nuevo y, según los datos recién obtenidos, puede resultar una amenaza inmediata.
¿Podemos hacer algo al respecto? En principio, sí. Pero, para ello, necesitamos más y más investigaciones. Con cada paso que damos conocemos un poco mejor los mecanismos y orígenes de virus tales como este WIV1-CoV y otros similares. Por ejemplo, ahora conocemos, también, cómo funcionan los virus de la gripe, de otro género completamente distinto a los coronavirus y entre los que se encuentran los de la gripe humana, la gripe porcina y la gripe aviar.
Pero lo más importante es que, casos como el del WIV1-CoV nos hacen ser conscientes de la cantidad de virus y mecanismos desconocidos, a veces incluso contrarios a las asunciones de la biología. Pero ahí están los investigadores, preparados para desvelar cada día un poco más sobre ellos, ayudándonos a protegernos contra una posible amenaza.
(Fuente: hipertextual.com)
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