Más del 5% de la producción agrícola mundial depende directamente de la polinización de estos agentes. La agricultura intensiva, la utilización de pesticidas o el cambio climático son algunas de las causas de esta desaparición.
Debido a esta desaparición de los polinizadores se “pone en riesgo los medios de existencia de millones de personas y cientos de miles de millones de dólares de producción agrícola”, estima este grupo de expertos internacionales en un comunicado.
Es el primer análisis de tal magnitud realizado sobre este tema, que lleva preocupando a ecologistas durante años. Según el informe de IPBES, entre el 5 y el 8% de la producción agrícola mundial proviene de la acción de los polinizadores. Lo que significa entre 235.000 y 577.000 millones de dólares directamente dependientes de los polinizadores de cosechas.
“Sin los polinizadores, muchos de nosotros no podríamos consumir café, chocolate o manzanas, entre otros alimentos de nuestra vida diaria” comentó Simon Potts, vicepresidente de la IPBES y profesor en la Universidad de Reading (Reino Unido).
Existen más de 20.000 especies de polinizadores, ya sean salvajes como las mariposas o los abejorros, o domésticos, como la abeja de Europa (Apis mellifera), que fabrica miel.
De manera general, al menos tres cuartas partes de las cosechas mundiales dependen de polinizadores para el crecimiento de las plantas, los rendimientos o la calidad, indican estos expertos.
Posible alza de los riesgos de malnutrición
Hoy en día, el 16% de los polinizadores vertebrados, como pájaros o murciélagos, están amenazados de desaparición, una cifra que sube hasta el 30% para las especies insulares, afirman los expertos. De ahí la advertencia de los científicos sobre una “posible alza de los riesgos de malnutrición”.
Para los mayores polinizadores, los insectos, no hay evaluación a escala mundial, por falta de datos disponibles. Aunque “las estimaciones locales y regionales indican amenazas muy elevadas, en particular para las abejas y las mariposas, a veces con más del 40% de especies de invertebrados amenazados localmente”, indica el informe.
Norteamérica y Europa occidental están particularmente amenazados por la disminución de polinizadores salvajes. En Europa, las poblaciones de abejas -salvajes y domésticas- y de las mariposas están en caída libre (respectivamente -37% y -31%) y 9% de estos animales están amenazados de extinción.
A pesar de que la investigación de IPBES no cuenta con datos para América Latina, Asia y África, los investigadores estiman las mismas tendencias que en Europa y Norteamérica.
Esta extinción tiene varias causas
“La disminución de los polinizadores salvajes se debe principalmente al cambio en la utilización de las tierras, a las prácticas de agricultura intensiva y a la utilización de pesticidas, a las especies invasivas, a agentes patógenos y al cambio climático” resume Robert Watson, uno de los vicepresidentes de la IPBES.
El grupo de expertos, que sólo emite recomendaciones, recuerda los medios para crear un mundo más favorable a los polinizadores: una mayor presencia de flores salvajes cerca de las cosechas, una reducción del uso de pesticidas y un mejor control de los parásitos.
Este primer informe fue redactado por 80 expertos y comentado por centenares de científicos de IPBES, que está encargada de hacer informes sobre el declive de especies animales y vegetales, así como sobre sus ecosistemas, que constituyen la biodiversidad mundial.
Muertes de abejas en Valencia, Murcia y Andalucía
En España el problema de la desaparición de polinizadores ha sido denunciado en varias ocasiones por grupos ecologistas. Recientemente Greenpeace y apicultores acusaron de la muerte masiva de abejas al uso de plaguicidas, especialmente en zonas como Valencia, Murcia y Andalucía.
En las últimas semanas apicultores de varias comunidades autónomas se encuentran colmenas sin actividad y cajas llenas de abejas muertas. La Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola de la Comunidad Valenciana y la Asociación de Apicultores de Murcia están denunciando estas mortandades “a cientos” justo coincidiendo con la fumigación de los árboles de floración temprana, como nectarinos y melocotoneros.
Pese al aviso de las administraciones sobre el riesgo que conlleva el uso de pesticidas durante la floración, estos se siguen utilizando. Greenpeace recuerda que el 70% de los principales cultivos en España dependen de la polinización por insectos, por lo que estas muertes resultan muy perjudiciales para la agricultura y el medio ambiente
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