Un proyecto creado recientemente enviará durante meses o años un mensaje que funcione como saludo a la «Tierra» más cercana, el exoplaneta Próxima b
Una organización creada recientemente y llamada METI (de «Messaging Extra Terrestrial Intelligence», es decir, enviar mensajes a una inteligencia extraterrestre), planea hacer el esfuerzo más ambicioso hasta el momento para enviar potentes señales a las estrellas vecinas del Sistema Solar, con la intención de contactar con posibles civilizaciones alienígenas.A pesar de las críticas de los detractores, como el célebre astrofísico Stephen Hawking, que alertan del peligro de revelarle nuestra posición a una civilización hostil y peligrosa, este organismo se ha planteado el objetivo de saludar a los extraterrestres. Su intención es enviar señales potentes, repetidas e intencionales a una misma estrella durante meses o años.
«Si queremos comenzar una comunicación durante el transcurso de muchas generaciones, ahora debemos aprender y compartir información», ha dicho en Mercury News Douglas Vakoch, presidente de METI y antiguo director de un departamento para la comunicación interestelar del SETI (institución para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre).
Objetivo: Próxima b
El proyecto tiene como meta comenzar a enviar palabras para iniciar una conversación a finales de 2018. Para ello, ha elegido Próxima b, un planeta rocoso potencialmente habitable que se encuentra en la órbita de la estrella Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol y situada a unos 4,2 años luz de distancia.
Pasado un tiempo, METI enviaría las señales a localizaciones más lejanas, situadas a cientos o miles de años luz.
METI fue fundado en 2016, y tiene previsto organizar varias conferencias en 2017. Sus planes pasan por recoger una cifra cercana al millón de dólares para mantener al personal y construir un potente transmisor en algún lugar remoto. Antes de todo eso, METI tendrá que concluir cuál es la mejor forma para decirle «hola» a un extraterrestre.
El peligro de los alienígenas
Científicos como el famoso Stephen Hawking o el escritor de ciencia ficción David Brin han alertado en varias ocasiones del riesgo que supondría contactar con una civilización hostil. Enviar nuestras coordenadas podría ser como una invitación para una invasión o ataque.
En un artículo en defensa del METI publicado en Nature Physicis, el físico Mark Buchanan ha recordado que eso es una mera especulación: «No tenemos ni idea de si es probable que los extraterrestres fueran peligrosos».
En este mismo sentido, Seth Shostack, director del SETI, recordó que el hombre ha estado enviando señales de radio al espacio durante más de cincuenta años, y que por eso ya es demasiado tarde para tomar tales precauciones.
«Estaría contento de ver esto hecho», ha dicho Shostak refiriéndose al proyecto del METI. «Creo que hay algo que podemos aprender, nada que debamos temer y al menos una posibilidad de descubrir algo realmente revolucionario: que tenemos compañía cerca».
A comienzos de los setenta la NASA envió las sondas Pioneer 10 y 11 cargadas con un mensaje para extraterrestres: en concreto, llevaban una placa dorada con dibujos sobre el humano y la Tierra y una grabación con mensajes y pictogramas. Más recientemente, otros proyectos han lanzado aritmética al espacio o música de Vivalvi o los Beatles.
Pero el problema de saber cómo hablar con posibles inteligencias extraterrestres sigue en el tablero. Mientras se resuelve este escollo, el programa «Breakthrough Listen», del SETI y financiado por el magnate Yuri Milner, sigue rastreando las estrellas en busca de señales alienígenas.
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