Scott Kelly es un auténtico héroe americano, de esos de los que algún día se hará alguna película y su caso es de los más curiosos que existen. Ingeniero eléctrico, capitán de las fuerzas armadas norteamericanos y participante como astronauta en las misiones STS-103 y STS-118, comenzó en marzo de 2015 una misión de un año de permanencia en la Estación Espacial Internacional junto a Mikhail Kornienko, de la Agencia Espacial Rusa para determinar el impacto que tendría una misión de larga duración en el cuerpo de los seres humanos y no solo eso; también su psique, su carácter y su forma de pensar.

Scott Kelly y su hermano gemelo. Credito: AP

¿Cómo lo hicieron? Resulta que Scott Kelly tiene un hermano gemelo idéntico a él y con los mismos credenciales e idéntico coeficiente intelectual y tras pasar ni más ni menos que 340 días consecutivos en el espacio dando 5440 órbitas alrededor de la tierra volvió 3,1 centímetros más alto que su hermano gemelo.
Dolorido y fatigado, con el paso de los días volvió a su altura normal gracias a la fuerza de la gravedad, había perdido completamente la puntería y sus músculos no reaccionaban bien del todo porque los vasos sanguíneos de sus piernas no tenían que bombear tan fuerte su corazón ahí arriba además de la pérdida de volumen de sangre que todos los astronautas pierden en el espacio. Esta feliz por haber visto algunas de las estampas más bonitas que pueda ver el ser humano y contento de volver a casa.
También estaba físicamente “hecho polvo” como suele decirse, sin poder determinar qué músculo de su cuerpo le dolía más. Un dolor en todos los músculos y articulaciones. Una auténtica paliza.
Extrapolando estos detalles a las posibles civilizaciones extraterrestres que hubieses llegado en el pasado, estuviesen ya orbitando nuestro planeta o llegasen en el futuro, ¿en qué estado llegarían? ¿Sería posible de hecho que los torpes movimientos que vemos en los casos de hombres de negro que desarrollamos en el canal, o incluso de los extraños humanoides del caso Varginha ocurrido en Brasil, por dar un par de casos, se correspondieran a las características fisiológicas propias de un gran viaje por el espacio? Tendría todo el sentido.

El caso Varginha se caracterizó por tener como protagonista a un ser que estaba físicamente agotado

Criaturas que por determinadas circunstancias hubiesen tenido la necesidad de llegar a nuestro planeta y al aterrizar, se hubiesen topado con la implacable fuerza de la gravedad terrestre dejándoles exhaustos nada más bajar, dejándoles apenas sin fuerzas, a merced, sin poder moverse.
Esto nos dejaría un tremendo y fascinante escenario, similar al que veíamos en la película Distrito 9 en el que veíamos cómo los seres ajenos a la tierra, no son invasores, si no prácticamente refugiados, seres que no les habría quedado más remedio que llegar aquí fuera como fuese y salir a la intemperie. Evidentemente esto no extrapolable a todos los casos de avistamientos de seres habida cuenta que muchos de ellos se mueven muy rápido, pero es fascinante observar todo esto en los seres humanos teniendo en cuenta que esos seres habrían pasado en el espacio presumiblemente mucho más que 340 días terráqueos, fuera cual fuera su tecnología debido a las grandes distancias que separan a una estrella de la otra.
Por tanto, en este artículo, quería exponer una curiosa reflexión: ¿sería posible que algunos de los casos de avistamientos de seres que se han realizado en la ufología fueran exclusivamente por necesidad? ¿serían refugiados? La respuesta sin duda, podría ser afirmativa.
Si os ha gustado este artículo, os invito a ver este vídeo en donde vemos dos tipos de avistamientos, uno con seres de movimientos lentos, aparentemente robóticos, y otro con hombres de negro. Espero que sean de vuestro agrado.