No se trata de una película de ciencia ficción, sino de la vida real. Muy pronto los insectos podrían salvarnos la vida ante un posible atentado con bomba.
Las langostas son una plaga para las cosechas, pero hasta este insecto tan repudiado puede tener su utilidad. Investigadores de la Universidad de San Luis en Estados Unidos están trabajando en un proyecto para la marina estadounidense. Consiste en langostas teledirigidas capaces de detectar explosivos y señalizar su posición.Suena a experimento de científico loco, pero sus componentes ya se han probado por separado y funcionan perfectamente. No solo eso, a la Oficina de Investigación Naval (ONR) de la marina estadounidense le parece tan interesante que ha apoyado el proyecto con una inversión de 750.000 dólares.
No es la primera vez que a alguien se le ocurre entrenar animales para que detecten sustancias peligrosas, drogas o explosivos, pero las langostas son un caso especial. Sus antenas son unos auténticos detectores químicos de alta precisión capaces de “oler” la más mínima variación en la composición del aire.
Las langostas no son un animal que se pueda domesticar, pero su cerebro es tan sencillo que sí que es relativamente fácil de piratear. Eso es precisamente lo que está haciendo el profesor de ingeniería biomédica Baranidharan Raman y su equipo.
La idea consiste en implantar un electrodo en el cerebro de la langosta que reciba los impulsos nerviosos de las antenas. El chip está conectado a un diminuto sistema de emisión que envía los datos de lo que el animal está olfateando a un ordenador.
Queda un último elemento en este plan de convertir a las langostas en los mejores detectores de explosivos que el mundo ha visto. ¿Cómo lograr que los insectos vayan donde sus operadores quieran y no dónde les plazca? La respuesta es con láser.
Las alas de las langostas son especialmente sensibles al calor. Raman y su equipo han probado unos tatuajes en las alas realizados con un compuesto que convierte la luz en calor. Al enfocar un láser sobre el tatuaje de un ala, la langosta gira hacia el lado contrario. Aparte de para localizar explosivos, el profesor Raman cree que sus langostas cyborg serán especialmente útiles en detectar otros contaminantes.
(Fuente: gizmodo.com)
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