Las altas temperaturas, de más 30 grados, provocan un aumento del consumo y la ausencia de lluvia y viento limita la producción
La reducción del suministro, en vigor desde las 8.00 de este lunes, llega después de que los precios de la electricidad se situasen en máximos desde diciembre de 2010 y ha forzado a un puñado algunas empresas a interrumpir o reducir su producción.
La empresa que gestiona la red eléctrica polaca, PSE, mantendrá una reunión de emergencia a lo largo del día para debatir una situación que la primera ministra del país, Ewa Kopacz, ha calificado de “muy grave”.
El Gobierno ha descartado, sin embargo, que el suministro eléctrico doméstico pueda sufrir cualquier interrupción como consecuencia de la ola de calor.
Detrás de este problema de suministro hay tres factores, todos ellos de corte meteorológico: las elevadas temperaturas que sufre el país desde principios de la semana pasada y que han disparado el consumo; la ausencia de agua, necesaria para enfriar las plantas de producción eléctrica de carbón —que proporcionan el 90% de la electricidad que se consume en el país— y la ausencia de viento, que impide funcionar a pleno rendimiento a los parques eólicos.
La segunda mina de cobre más importante de Europa, KGHM (situada en el oeste del país, cerca de la triple frontera con la República Checa y con Alemania), ha alertado este lunes de que probablemente tenga que parar algunas de sus operaciones por la falta de suministro.
Y la mayor siderúrgica mundial, ArcelorMittal, se ha visto obligada a congelar parte de su producción en el país. “Para nosotros, lo más importante ahora es mantener activas nuestras operaciones primarias que, en caso de parón, conllevaría un riesgo de daño irreversible“, ha afirmado una portavoz de ArcelorMittal en un comunicado.
La mayor empresa química polaca, Azoty, ha señalado en un comunicado que las limitaciones pueden acarrear una pérdida del 10% de la producción de una de sus unidades en el país, Grupa Azoty Kedzierzyn.
Los termómetros rebasaron los 30 grados la semana pasada en amplias zonas del país y, si se cumplen las previsiones, alcanzarán los 39 esta semana. Estas cifras son inusualmente elevadas para las medias estivales polacas.
“Es un fenómeno extremo”, ha afirmado este lunes el primer ejecutivo de PSE Henryk Majszczak al tiempo que alertaba sobre el riesgo para el conjunto de la red si esta situación anómala se prolonga.
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