Cada vez hay más paralelismos entre la falsa prosperidad que vivíamos en el año 2007 y la falsa prosperidad del año 2014.
Si echamos la mirada atrás y analizamos los números de otoño de 2007, nos encontramos con que el Dow estableció un máximo histórico en octubre, la deuda de margen en Wall Street se disparó a niveles récord y la tasa de desempleo estaba por debajo del 5%. Pero al año siguiente la peor crisis económica desde la Gran Depresión sacudió a todo el planeta y todo el mundo se preguntaba por qué la mayoría de gente no la había visto venir.
Bien, pues ahora se está desarrollando un patrón similar al del año 2007, especialmente en EEUU. el país en el que se originó la última crisis económica mundial. Igual que en 2007, todo parece ir bien y la recuperación económica parece ir “viento en popa”.
Pero si esto fuera realmente así, entonces, ¿por qué hay tantos expertos que advierten de un desastre económico?
Por ejemplo, consideremos las advertencias del Centro de Pronósticos Jerome Levy.
Se trata de una organización con un historial tremendo de pronósticos económicos que remonta sus aciertos hasta los tiempos de la Gran Depresión.
De hecho, predijo con anterioridad los problemas financieros y la recesión que sucedería en 2008.
Pues bien, ahora esta empresa está pronosticando que hay una posibilidad del 65% de que se produzca una recesión global a finales del año que viene…
En el año 1929, a un economista y hombre de negocios llamado Jerome Levy no le gustó lo que vio en sus análisis de beneficios empresariales. Por esa razón decidió vender sus acciones antes de la llegada de octubre, salvándose del desastre provocado por el crack económico del 29.
Ocho décadas más tarde, el Jerome Levy Forecasting Center, con sede en Mount Kisco, Nueva York, y dirigido por el nieto de Jerome, se muestra de nuevo preocupado por la situación económica actual. Y de nuevo, como sucediera en 1929, muestra una mayor preocupación que la de otros centros similares dedicados al análisis económico. Su media docena de analistas atribuyen una probablilidad del 65% de que se produzca una recesión en todo el mundo.
John Hussman es otro experto que está advirtiendo de un próximo desastre financiero. Él cree que estamos viviendo una enorme burbuja bursátil en estos momentos y que las acciones tienen, aproximadamente, el doble de valor del que deberían tener en realidad.
¿Se imaginan el caos que se produciría si el valor de las acciones cayeran en un 50%?
Bien, pues eso es lo que Hussman dice que debería suceder para que los precios de las acciones volvieran a la normalidad.
Otros expertos importantes también advierten de una posible pesadilla económica cerniéndose sobre todos nosotros.
Como decíamos en un anterior artículo titulado UN ECONOMISTA ADVIERTE: ANTES DE 2016 PUEDE ESTALLAR UNA REVOLUCIÓN EN EEUU, el economista Martin Armstrong prevé grandes problemas económicos en 2015 que en última instancia conducirían a “disturbios civiles” en el año 2016.
Además hay muchos indicios de que gran parte del planeta está entrando en otra fase desaceleración económica importante.
En un artículo reciente, Brandon Smith resumió algunas de ellas.
Según Smith, actualmente estamos presenciando “el último suspiro de la economía mundial”…
Las exportaciones mundiales, y por lo tanto la demanda de los consumidores, se están hundiendo. Alemania, el pilar que apuntala toda la Unión Europea, ha experimentado una severa disminución de las exportaciones no vista desde el año 2009.
China, el mayor exportador e importador en el mundo y particularmente sus empresas, se ha visto sacudida por una serie de casos de utilización de facturas fraudulentas con el fin de inflar artificialmente sus propios datos de exportación, en algunos casos reportando un 50% más de exportaciones de las que se habían producido en realidad.
La manufacturación de China también ha disminuido en los últimos cinco meses, hecho que expone la naturaleza de sus estadísticas sobredimensionadas de exportación, a la vez que también indica claramente que estamos inmersos en un proceso de desaceleración económica mundial.
Quizás todo se arregle y este conjunto de previsiones sean demasiado catastrofistas. El Baltic Dry Index, una medida de las tasas globales de envío de mercancías, y por lo tanto una medida de la demanda de transporte marítimo, continúa descendiendo, aproximándose peligrosamente a mínimos históricos.
Mientrastanto, aumenta la pobreza en los EEUU, un hecho que no se ve reflejado en las cifras del paro ni en las etéreas estadísticas gubernamentales. Sin embargo casi 50 millones de estadounidenses ahora subsisten gracias a programas de cupones para alimentos y éste número no muestra signos de reducirse. En estados como Illinois, dos personas se inscriben en los programas de asistencia alimentaria por cada ciudadano que consigue un empleo
Ojalá sea así; el tiempo dirá.
No obstante, vale la pena prepararse, por si acaso.
Si la burbuja económica en la que vivimos inmersos estalla, las consecuencias para nuestras vidas pueden resultar dramáticas.
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