¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos artistas han alcanzado el éxito aunque su calidad está muy por debajo de la media? ¿Cómo alguien que sale de la nada puede convertirse en toda una celebridad a nivel mundial? Muy posiblemente las respuestas a estas preguntas las encontremos en una antigua sociedad secreta que gobierna el mundo en silencio: los Illuminati. Cada vez son más las personas que creen que muchas celebridades están programadas desde el día en que nacieron para convertirse en marionetas para la élite, y otros son controlados posteriormente ya que tiene “la actitud idónea” para cooperar con ellos. Estos “artistas” son atraídos mediante las promesas de riqueza, fama o poder con el fin de tenerlos controlados con técnicas de control mental y así promover sus mensajes a las masas ya adormecidas previamente.
Como ya publicamos en “Illuminati, control desde el poder”, los expertos en conspiraciones afirman que esta “misteriosa secta” es un frente para el surgimiento del Anticristo, cuyo logo está formado por el ya famoso triángulo y el ojo que todo lo ve, además de ser los instigadores de terribles eventos a gran escala como el asesinato del presidente John F. Kennedy o los atentados del 11 de Septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en un intento de establecer un Nuevo Orden Mundial, para manipular y controlar a la población mundial.
Pero en ocasiones las celebridades controladas se vuelven en contra de las creencias de los Illuminti, exponiendo públicamente una de las mayores conspiraciones de toda la historia. Este es el caso del actor Jim Carrey, que recientemente ha declarado estar “cansado” del “control de los Illuminati”.
El pasado jueves 13 de noviembre, el conocido comediante Jim Carrey se disponía a promocionar su nueva película “Dos tontos todavía más tontos (Dumb and Dumber To)”, secuela de “Dos tontos muy tontos”, en el programa de televisión americano de la ABC “Jimmy Kimmel Live” presentado por James “Jimmy” Kimmel.
Sin embargo, Carrey parecía tener otros planes, mientras saludaba al público con el infame triángulo Illuminati pero con su lengua en el centro. En ese momento Carrey dejo claro que sus intenciones era muy diferentes a la de presentar públicamente su nueva película. Y así fue, Carrey reveló a Jimmy Kimmel y la audiencia que estaba “enfermo y cansado de las mentiras”, y declaró que lo que su intención al saludar con el triángulo y su lengua en el centro era la de burlarse de los Illuminati.
“La gente de la televisión han sido contratados por el gobierno para despistar a la población, para distraerte, para hacer reír, hacerte feliz y dócil para que no sepas lo que realmente está pasando”, explicó Carrey a la audiencia.
Pero la sorpresa final vino cuando Carrey respondió a su teléfono (representando que eran los Illuminati), y cuando volvió a hablar con Kimmel, su voz era robótica y graciosa. Su semblante cambió, y el ahora “controlado” Carrey ya no quería hablar de los Illuminati, sino para promocionar el nuevo “iPhone 6 Plus” y de la presentación de su nueva película “Dos tontos todavía más tontos”.
Rápidamente, las redes sociales y foros especializados en conspiraciones se convirtieron en un verdadero hervidero por las sorprendentes declaraciones de Carrey. Los más escépticos afirmaban que simplemente estaba utilizando la imagen de los Illuminati para promocionar la película, mientras que la mayoría de conspiranoicos decían que Carrey estaba haciendo publico toda la verdad que se oculta en el poder. Pero lo que muchas personas desconocen es que el propio Carrie es considerado por ciertos círculos como un anti-Illuminati.
La polémica surgió en 2013, cuando Jim Carrey se opuso a la promoción de la película Kick-Ass 2, donde interpretaba al Coronel Stars and Stripes.
“Hice Kick-Ass 2 un mes antes de lo ocurrido en la escuela Sandy Hook y ahora mi conciencia me dice que no puedo apoyar ese nivel de violencia”, escribió Carrey en su cuenta de Twitter. “Mis disculpas a todos los demás involucrados en la película. No me avergüenzo de ella, pero los recientes sucesos han causado un cambio en mi corazón.”
Los medios de comunicación estadounidenses trataron de desprestigiar la imagen de Carrey afirmaron que era un actor liberal de Hollywood con la única intención de destruir la Segunda Enmienda con la prohibición de armas de fuego en Estados Unidos. Pero la realidad es que Carrey mostraba una postura anti-Illuminati. Según los expertos en conspiraciones, Carrey estuvo expuesto al control de los Illuminati con películas como “El show de Truman (Una vida en directo) (1998)”, que ofrecía una buena dosis de programación predictiva de lo que estaba por venir con la llegada de los reality show a nuestra sociedad, donde el mundo sería constantemente espiado por la élite que gobierna el mundo.
Entonces Carrey era otro peón o marioneta para los Illumintai, pero por alguna razón desconocida cambio radicalmente su postura y que se ha visto reflejada en los pocos papeles que ya le ofrecen. Para muchos Jim Carrey fue el “bufón” de los Illuminati, pero ahora parece estar combatiéndolos públicamente en un intento desesperado de abrir la mente a una población adormecida.
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