El Papiro Tulli es un viejo manuscrito de apenas 20 por 18 centímetros, que ha traído de cabeza a la comunidad ufológica internacional durante las últimas décadas. Escrito en grafía hierática -una variante cursiva del jeroglífico convencional- su datación, según los hechos relatados en el documento, puede remontarse al reinado del faraón Tutmosis III (ca. 1475 a. de C.).
Pero, ¿qué contenía exactamente el Papiro Tulli para que todos hablaran elogios de él? Muy sencillo: el relato de la aparición de una extraña bola de fuego en los cielos y las extrañas consecuencias que ello produjo como la lluvia de peces y aves, es decir, el primer testimonio OVNI de la Antigüedad. Traducción del papiro"En el año 22, tercer mes de la estación de peret (la germinación) en la hora sexta del día (14 h.) [...] dos escribas de la Casa de la Vida vieron un círculo de fuego que estaba viniendo por el cielo. No tenía cabeza. Su olor era desagradable. Entonces, ellos tuvieron miedo y huyeron, [...] y fueron a decírselo a Su Majestad. Todo está recogido en la Casa de la Vida. Su majestad reflexionó sobre lo que había pasado. Han transcurrido muchos días después de lo ocurrido [...] Son numerosos al igual que todo [...] Ellos brillan en el cielo como el sol lo hace sobre las cuatro columnas que sujetan el cielo. [...] Entonces los círculos de fuego [...] El ejército del rey estaba (en aquel lugar) y Su Majestad los vio (con sus propios ojos). Esto sucedió después de la hora de la última comida. Allí arriba (en el cielo), ellos se marcharon hacia el sur. Del cielo cayeron peces y aves [...] algo inaudito desde el comienzo de los tiempos. Su majestad colocó incienso para apaciguar a Amón Re, Señor de las Dos Tierras [...] en un documento de la Casa de la Vida [...] eternidad". La primera vez que se publicó este texto fue en 1953, en el número 41 de la revista Doubt, que había sido creada por los administradores de Charles Fort para enriquecer el archivo de noticias insólitas creado por este gran investigador. Se dijo que fue un tal Boris de Rachewitz el traductor del texto, cuyo original halló entre los documentos del difunto profesor Alberto Tulli, que fue director del museo egipcio del Vaticano.Fue gracias a monseñor Gustavo Tulli, hermano del anterior y empleado en los archivos vaticanos, que pudo conocer Rachewitz el papiro.Esta traducción sería publicada en 1956 por Harold T. Wilkins en una obra dedicada al estudio de los ovnis, y ha sido incluida en todos los libros relacionados con este fenómeno.Se ignora si el texto fue inventado por Rachewitz y si realmente existió el papiro, puesto que el 25 de julio de 1968, cierto Cianfranco Molli, inspector del museo en cuestión, declararía que desconocía la existencia del papiro. Apoyaría sus palabras el conservador de microfilmes del Vaticano, Carlo J. Ermatinger, quien añadiría que en el Vaticano, jamás hubo constancia de la existencia del papiro.
No hay dudas de que a muchas personas les interesaba no conceder la menor importancia al papiro Tulli y a su traductor. Sin embargo, Boris de Rachewitz no era ningún advenedizo, puesto que dirigía en la ciudad de Basilea, Suiza, una fundación para investigaciones en arqueología y etnología.
Ahora bien, ¿eran ovnis aquellas luces vistas por Tutmosis III y los escribas hace casi treinta y cinco siglos, o tan sólo simples bolas de fuego.Se dice que el papiro Tulli lo tienen en los Museos Vaticanos, pero no está claro porque nadie lo ha visto, incluso hay expertos que dudan de su existencia.
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