Este año el cometa C/2016 R2 (PanSTARRS) realizó su máximo acercamiento al Sol en más de 20.000 años. En todo ese tiempo este astro jamás se acercó tanto, y estuvo tan próximo a nosotros que hasta fue posible verlo con tan solo unos simples binoculares.
La proximidad intrigó mucho a los astrónomos, y quedaron desconcertados al darse cuenta que el objeto poseía una composición muy diferente a otros objetos medidos previamente.
Un análisis realizado a los gases expulsados por C/2016 R2 planteó dos teorías para explicar por qué es tan diferente, incluyendo la posibilidad de que alguna vez haya formado parte de un planeta ubicado más allá de Neptuno.
Aunque son muchos los cometas que se descubren cada año, muy pocos logran destacar por su brillo. Mientras C/2016 R2 se acercaba, destacó de inmediato, y los observadores notaron que tenía una cola inusualmente compleja, y luego vieron que era más azul que cualquier otro cometa visto en más de 50 años.
Los científicos han sugerido que el color azul intenso proviene de la gran cantidad de monóxido de carbono que posee, y a que tiene muy poco polvo en su cola.
El Dr. Nicolas Biver, de la Sorbonne University, utilizando el telescopio de 30 metros del Institut de Radioastronomie Millimétrique ha logrado comparar la composición de los gases procedentes de C/2016 R2 con los de otros cometas.
La detección de CO fue 10 veces más fuerte que lo normal, y la concentración de nitrógeno molecular fue incluso mayor. Además, los gases comunes en un cometa, como vapor de agua, metanol y cianuro, son raros o prácticamente inexistentes. Esto lo hace un cometa inusual.
Aunque es posible que C/2016 R2 se haya formado a partir de los granos de hielo en el Sistema Solar exterior, la ausencia de polvo es algo desconcertante.
Cometa C/2016 R2 (PanSTARRS)
Biver ha planteado un escenario mucho más intrigante. Según el científico, C/2016 R2 fue parte de un gran objeto en el Cinturón de Kuiper, como Plutón. La descomposición radioactiva habría calentado las entrañas del posible objeto del Cinturón de Kuiper, provocando que el hielo ebullicione y migre hacia la superficie, produciendo una capa externa de monóxido de carbono y nitrógeno. Luego, una posible colisión con otro objeto grande podría haber desprendido una gran parte para dar forma a C/2016 R2. De acuerdo a esta hipótesis, es posible que este cometa sea un posible remanente del Planeta X.
Sin duda alguna, este misterioso cometa es tan intrigante como su origen. Se espera que futuras observaciones puedan entregar mayor información que revelen algo más de este extraño viajero del espacio.
El artículo científico será publicado próximamente en la revista Astronomy and Astrophysics pero puede ser leído en su totalidad en el sitio web de pre-impresión arXiv.org.
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