La NASA advierte que un asteroide más grande que la Pirámide de Guiza podría impactar contra la Tierra la próxima semana

Como publicamos ayer, más de 70 terremotos han sacudido el Anillo de Fuego del Pacífico en los últimos tres días. Bueno, la verdad es que ya son 71, ya que un nuevo terremoto de magnitud 7,1 ha sacudido este viernes el sureste de Perú, cerca de las fronteras con Brasil y Bolivia. Y parece ser la comunidad científica ha decido permanecer en silencio y no ofrecer una explicación a todos los eventos sísmicos que están ocurriendo en el mundo en los últimos días. Algunas teorías dicen que la corteza terrestre parece estar en un estado de flujo en este momento. Especialmente el Anillo de Fuego del Pacífico está geológicamente muy activo, que se extiende desde la Antártida al sur de Nueva Zelanda a través de Papúa, Indonesia, Filipinas, Taiwán, Japón, las islas Kuriles, las islas Aleutianas y la costa oeste de los Estados Unidos.

También alberga un total de 452 volcanes activos, que son tres cuartas partes de todos los volcanes del mundo. No es nada raro que haya constante terremotos a lo largo y ancho del Anillo de Fuego, pero nunca se había registrado un número tan grande de eventos sísmicos con tan pocos días de diferencias. Esto nos lleva a varias explicaciones que van más allá de la ciencia. Algunos teóricos de la conspiración creen que el causante de todos estos inusuales terremotos es el HAARP (en español: Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia), que supuestamente se creó para analizar la ionosfera e investigar el potencial para desarrollar tecnología para comunicaciones y señales de radio. Sin embargo, hay quien cree que realmente se creó como arma contra otros países provocando terremotos y fenómenos naturales artificiales. La otra posibilidad es Nibiru, el supuesto planeta errante que se dirigiría actualmente hacia nuestro planeta.

Los expertos en la materia dicen que el peligroso acercamiento del también llamado Planeta X provocaría inestabilidad en la atmósfera terrestre, lo que ocasionaría un elevado numero de terremotos y la activación de volcanes que han estado “dormidos” durante mucho tiempo. Sea cual sea la respuesta a este nuevo misterio que nos afecta gravemente, ahora tenemos que sumar un nuevo peligro, esta vez procedente del espacio. La NASA ha advertido que un asteroide tan grande como la Pirámide de Guiza se dirige peligrosamente hacia la Tierra.

El asteroide 2016 NF23

Un enorme asteroide, aproximadamente el doble de grande que un Boeing 747, se dirige hacia la Tierra. El asteroide llamado “2016 NF23” pasará peligrosamente cerca de la Tierra (a algo menos de 5 millones de kilómetros o el equivalente a 13 veces la distancia entre la Tierra y la Luna) el próximo 29 de agosto.

La gran roca espacial está viajando a más de 32.000 kilómetros por hora y la NASA lo considera un objeto “potencialmente peligroso” dada su proximidad. Según la agencia espacial estadounidense, el asteroide 2016 NF23 tiene un tamaño que oscila entre los 70 y los 160 metros de ancho. Esto significa que el objeto espacial es tan ancho como la longitud de un Boeing 747, y en el extremo superior de la estimación, podría ser el doble. Con sus 160 metros de largo sería más alto que la Gran Pirámide de Guiza en Egipto, que mide 139 metros de alto.

Según ha informado el periódico británico Daily Mail, la NASA realiza un seguimiento de este y otros objetos próximos a la Tierra (en inglés NEO, Near Earth Object) para realizar un seguimiento de las posibles amenazas procedentes del espacio. Esta roca espacial en particular se clasifica dentro del grupo ‘Atenas’, llamado así por el asteroide ‘Atens 1862’, debido a su órbita de acercamiento a la Tierra y su semejante tamaño. Un diagrama del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA muestra cómo se cruza su órbita con la de la Tierra, con el asteroide cada vez más cerca de nuestro planeta en los días previos al 29 de agosto, cuando alcance su punto más cercano.

En ese momento, será de .03 unidades astronómicas (A.U.) de distancia, o alrededor de 5 millones de kilómetros. El asteroide 2016 NF23 ha sido catalogado como ‘objeto potencialmente peligroso’, que son aquellos que alcanzan una distancia mínima de menos de .05 A.U. de la Tierra.

¿Deberías estar preocupado?

Algunos expertos en la materia creen que un asteroide como el 2016 NF23 podría provocar millones de muertes si impactar contra la Tierra. Recientes estudios han descubierto que los asteroides pueden causar mucha más muerte y destrucción si impactan contra el suelo o explotan en el cielo, en lugar de si caen en el mar y provocan un tsunami.

Una de las posibilidades que podría ocurrir si el 2016 NF23 llegara a impactar contra la Tierra sería que el viento generado provocaría el llamado “efecto de impacto más crítico”. El viento causado por una gran roca espacial podría arrancar las extremidades en los humanos y derribar edificios. Después tenemos la onda de choque que se produce cuando un asteroide explota en el aire o impacta contra el suelo. La sobrepresión también puede hacer “explotar órganos internos”.

La radiación termal también es uno de los efectos negativos a tener en cuenta. Si un asteroide cae en algún punto de nuestro planeta, causaría una gran bola de fuego. Es probable que los efectos de esto sean devastadores para cualquier persona que se encuentre cerca de la zona de impacto. Mientras que la gente podría refugiarse en sótanos de las bolas de fuego causadas por rocas espaciales más pequeñas, los riesgos que plantea un enorme objeto son tan grandes que las ciudades tendrían que ser evacuadas si hubiera un riesgo de impacto de asteroides real.

Es probable que el proceso de formación de cráteres arroje una gran cantidad de rocas y escombros al aire. Por lo que algunos de estos fragmentos estarían ardiendo, lo que significa que podrían provocar incendios aún después de que la gran bola de fuego se haya apagado. Sin embargo, tanto la eyección como la formación de cráteres se consideran de bajo riesgo porque los humanos ya habrían muerto por los otros efectos del impacto de un asteroide.

Por último, está la sacudida sísmica.

Un impacto de asteroide probablemente causaría un terremoto. Y claro está, si el asteroide cae en el océano, inevitablemente desencadenaría un gran tsunami. Morirían miles o millones de personas si el enorme tsunami se crea cerca de una costa densamente pobladas. Como podemos comprobar, si el asteroide 2016 NF23 finamente impacta contra nuestro frágil planeta, la menor de nuestras preocupaciones serán los terremotos que están sacudiendo en los últimos días el Anillo de Fuego del Pacífico.

¿El asteroide 2016 NF23 impactará contra la Tierra? ¿O volveremos a tener suerte y pasará de largo?