Hace aproximadamente 60 años, el padre Ernetti inventó un dispositivo que permitía ver el futuro y pasado de nuestra historia. Este dispositivo fue llamado el cronovisor. De acuerdo con varios expertos en la materia, el cronovisor fue construido en la década de 1950 por un equipo de doce científicos, dirigidos por el también científico italiano padre Marcello Pellegrino Ernetti, ayudado por el premio Nobel de Física Enrico Fermi y por el famoso ingeniero aeroespacial Wernher von Braun.El cronovisor de Ernetti funcionó y logró fotografiar a Jesús y Napoleón cuando estaban vivos. Según el padre Ernetti, el cronovisor era un gran “armario” equipado con antenas hechas de aleaciones exóticas, tubos de rayos catódicos, diales y palancas. Además, permitía al usuario ver y registrar lugares específicos, eventos y personajes de muestra historia. Incluso bajo ciertas condiciones, también era posible ver momentos futuros. Sin embargo, el padre Ernetti se llevó su secreto a la tumba y no dio a conocer los detalles con respecto a la “máquina del tiempo”. Lo único que se sabe con certeza es que el Vaticano ha mantenido oculto el invento del padre Ernetti durante décadas. Pero ahora un escritor asegura saber la ubicación exacta del cronovisor. Estaría en posesión del gobierno de los Estados Unidos, más concretamente lo tendría la CIA.
El cronovisor existe
El autor Alfred Lambremont Webre, escritor de una serie de libros sobre viajes en el tiempo, ha dicho que la reciente revelación de WikiLeaks sobre que la CIA tiene herramientas para introducirse en los teléfonos inteligentes e incluso televisores, para escuchar en las conversaciones, no incluía los programas secretos que permiten a los seres humanos viajar hacia atrás y adelante en el tiempo. Webre asegura que la CIA tiene un dispositivo mucho más sofisticado, que viaja a través del espacio y el tiempo. Se trataría del cronovisor del padre Ernetti y que le fue entregado por el Vaticano.
“La filtración de información por WikiLeaks no incluye los programas secretos que permiten a los seres humanos viajar hacia atrás y adelante en el tiempo”, dijo Webre al tabloide británico Daily Star.
Webre, licenciado en Derecho por la Universidad de Yale, afirma que el Vaticano proporcionó la tecnología conocida como “acceso cuántico” a la CIA en la década de 1960. Esta “máquina del tiempo” podía acceder a “huellas” dejadas por los acontecimientos del pasado y verlas en imágenes. Sin embargo, el llamado cronovisor no es tan sofisticado como para permitir a un usuario “recorrer en persona” la historia, pero muestra los eventos que aparecen en pantalla como si hubieran sido registrados en el momento.
El reconocido escritor sobre libros relacionados con los viajes en el tiempo ha explicado que el Vaticano sólo ha permitido compartir esta tecnología con la CIA, bajo la supervisión del servicio secreto de los jesuitas.
“El acceso cuántico son profundos secretos que WikiLeaks no tiene previsto revelar”, explicó Webre. “El Vaticano entregó esta tecnología al Pentágono y a la CIA a finales de 1960. La CIA comprobó inmediatamente que podían utilizarlo con fines políticos. Establecieron un programa a finales de 1960 para adquirir conocimientos sobre el futuro político.”
Webre dijo que el cronovisor sirve también para mirar eventos futuros como saber quiénes serán los próximos presidentes, además el futurólogo sospecha que también han tenido acceso a la máquina del tiempo los servicios secretos británicos.
“En el Tratado secreto de Verona, todas las coronas europeas apoyaron el Vaticano”, declaró Webre. “EL MI5, el MI6 y la CIA pertenecen realmente a los servicios secretos del Vaticano, una colaboración que se remonta hace siglos.”
Pero no todo el mundo está de acuerdo con las declaraciones de Webre, es más, los científicos dicen que no hay evidencias que demuestren que los viajes en el tiempo sean posible ya que tendríamos que viajar más rápido que la velocidad de la luz, algo que en la actualidad es completamente imposible. Pero aparte de las controversias sobre si es posible viajar en el tiempo, otra curiosidad es que una persona con la preparación y el recorrido profesional de Webre esté “censurado” en sitios como Wikipedia y Facebook, aunque su última publicación, “The OMNIVERSE”, fue encargada por la Universidad de Oxford.
Varios medios de comunicación se han intentado poner en contacto con la Oficina de Prensa del Vaticano para que hagan comentarios al respecto, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.
Como siempre, la realidad supera a la ficción. Disponemos de información y fotografías que parecen demostrar que el cronovisor es mucho más que un relato de ciencia ficción y parece ser que todo aquel que revela su existencia es “censurado” por los grandes medios de comunicación. Y nosotros nos preguntamos: ¿Estarán cambiando los grandes acontecimientos de la historia gracias al cronovisor?
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