Los equipos de rescate no logran llegar a las áreas más afectadas ya que han quedado aisladas por las copiosas lluvias del ciclón Komen
Se espera que la cifra de muertos en las inundaciones de Birmania, que ahora contabiliza 45 víctimas, crezca a medida que los equipos de rescate empiecen, este lunes, sus labores de búsqueda en las zonas más afectadas por el temporal y de acceso más complicado. Más de 156.000 personas se han visto afectadas por las graves inundaciones, según ha informado la ONU tras semanas de lluvias torrenciales en plena época monzónica. Numerosos ríos se han desbordado y se han producido innumerables desprendimientos de tierra.
La Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) prevé un aumento “significativo” del número de víctimas y damnificados ya que hay muchas zonas que “permanecen aisladas” y a las que los equipos de rescate no han podido acceder. Las autoridades han declarado zona de desastre los estados de Chin y Rakhine y las divisiones de Magwe y Sagaing.
“El número de muertos en Rakhine alcanzará varios centenares de víctimas. Hay una serie de áreas remotas a las que aún no hemos podido llegar” avisó Hla Saw, miembro del Partido Nacional de Arakán, que representa este estado.
Rakhine fue azotado por la fuerza del ciclón Komen que llegó a Bangladesh el jueves. La capital del estado, Sittwe, y las áreas del noreste, incluyendo Mrauk U y Minbya, se vieron también afectadas por las inundaciones. El presidente de la Cruz Roja birmana, Tha Hla Swe, comunicó que los equipos de voluntarios estaban teniendo serios problemas para llegar a las áreas que necesitan ayuda.
“Cuando una inundación se localiza en un área, hay zonas que están libres de agua que usaríamos para movilizar a los voluntarios, pero es tan generalizado que no encontramos una zona de paso para llegar”, informó.
El periódico The Global New Light of Myanmar publicó que 700 casas habían quedado destruidas por los desprendimientos de tierra en la localidad de Hakha, capital del estado vecino de Rakhine.
El suministro de ayudas fue cortado a causa del daño que sufrieron las carreteras. La catástrofe ha destruido 12 puentes en el distrito de Tamu, perteneciente a la división de Sagaing, donde cerca de 5.300 personas se encuentran evacuadas en centros de acogida, informó hoy la emisora de radio birmana Voz Democrática. El Gobierno, personal militar y agencias humanitarias intentan alcanzar las áreas afectadas para distribuir agua, comida, mantas, medicinas y otras productos de necesidad básica.
MANEJARSE ANTE CATÁSTROFES
La junta militar de Myanmar fue duramente criticada a nivel nacional e internacional en por una respuesta muy débil ante la devastación causada por el ciclón Nargis que mató a 130.000 personas en el 2008. Esta vez, el gobierno ha demostrado ser más efectivo en su actuación frente a catástrofes naturales, aunque el alcance del ciclón Komen es menor que el de 2008.
El presidente de Birmania, Thein Sein y el jefe militar, Min Aung Hlaing, se han desplazado a las regiones afectadas, que cuentan con alrededor de 150.000 evacuados, durante el fin de semana y han logrado una gran cobertura de mediática para pedir ayuda voluntaria que se una a los equipos de salvamento.
La OCHA apuntó que informes preliminares indican que la crecida de las aguas ha causado “daños extensos” en infraestructuras y campamentos en Sittwe, capital de Rakhine, donde unos 100.000 miembros de la perseguida minoría musulmana rohinyá viven en campos de desplazados desde la ola de violencia sectaria de 2012.
En Magway, los vecinos de unas 70 aldeas de la municipalidad de Pwintbyu se han visto obligados a buscar refugio en escuelas y monasterios. La más afectada de estas poblaciones, Kale, en la parte noroccidental de Sagaing, con más de 7.000 damnificados y sus calles han quedado completamente cubiertas de agua.
El departamento de Meteorología advirtió de que los ríos Ayeyawady, Chindwin, Thanlwin, Sittoung y Ngawun han superado el nivel de alerta y podrían desbordarse a comienzos de semana, según el diario Global New Light of Myanmar.
UN GOLPE PARA LA AGRICULTURA
Las lluvias monzónicas de las últimas semanas han provocado avenidas de agua y corrimientos de tierra que han causado daños en miles de casas, en infraestructuras y en unos 400 kilómetros cuadrados de campos de cultivo. Casi cada año, las copiosas lluvias del monzón que caen entre junio y octubre causan inundaciones en Birmania.
El daño que ha sufrido la agricultura de Birmania se evaluará, en cifras, este lunes. De momento, el Ministerio de Agricultura y de Riego, ha informado que más de 392.000 hectáreas de terrenos de cultivo, la mayor parte, arrozales, habían quedado dañadas, 20.000 de las cuales están completamente perdidas.
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