La Armada rusa incorpora el primer buque de inteligencia 'supermoderno' con ocasión de un desfile naval celebrado en el puerto de Kaliningrado. Su misión incluye detectar y perseguir en el mar Báltico a los navíos que forman parte del escudo antimisiles de EE.UU.
Así lo afirma el tabloide alemán 'Bild', que destaca la presencia en la inauguración del presidente ruso Vladímir Putin. Según declaró a la publicación el experto en temas de armamento Dmitry Gorenburg para el Kremlin este novedoso buque es un proyecto destacado y de prestigio.
En caso de guerra el buque espía, bautizado con el nombre de Yuri Ivanov, debería permitir que las fallas en la defensa antimisiles estadounidense sean aprovechadas por las armas pesadas de otros buques. Además, la 'supernave' rusa puede cumplir con las tareas de espionaje 'clásicas' y ser mucho más eficaz en ellas que sus precursores, asegura 'Bild' citando a sus expertos militares.
El Yuri Ivanov mide 95 metros de eslora y desplaza 4.000 toneladas. Por sus especificaciones técnicas y no por sus dimensiones el tabloide germano lo califica de 'supernave' de nueva generación. El buque ha pasado 11 años en los astilleros hasta ser culminado, recuerda 'Bild'. Sin embargo, para 2020 Rusia tiene programado construir un total de cuatro fragatas de esta clase.
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