En el exterior las mediciones no han variado ni se han detectado nuevas fugas
El robot, operado por técnicos de Tokyo Electric Power Company (Tepco), accedió el jueves al interior de la vasija de contención del reactor tras un anterior intento fallido, con la misión de analizar el estado de las instalaciones y de apartar obstáculos para continuar la exploración con otro autómata.
Estos niveles “parecen ser mayores de lo esperado”, según Tepco, que añadió que es necesario “continuar con las investigaciones” para determinar si el origen de la radiación es, como se sospecha, la presencia de combustible fundido en el fondo de la vasija de contención.
La empresa explicó que se trata de un nivel muy elevado por haber sido medido por primera vez muy cerca del núcleo del reactor, y recalcó que en el exterior del mismo, los niveles de radiación no han variado ni se han detectado nuevas fugas.
Una dosis de un solo sievert al día puede causar daños graves en la salud humana y hasta la muerte, por lo que los niveles estimados en ese punto del interior de las instalaciones nucleares imposibilitan el acceso de operarios humanos.
Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre que originó el terremoto y el tsunami de marzo de 2011, y conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es fundamental para su manejo y retirada.
Otro robot
En el caso de la unidad 2, los técnicos de Tepco creen que el combustible se fundió lo suficiente como para perforar la vasija de presión y acumularse en el fondo de la de contención.
Tepco tiene previsto realizar más análisis e introducir otro robot para continuar con la evaluación del lugar próximamente.
Los altos niveles de radiación en las instalaciones dificultarán la retirada de las barras de combustible del reactor, uno de los pasos necesarios para su desmantelamiento, que se calcula que durará entre 30 y 40 años.
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