Geiger y Barker, científicos de la universidad sueca de Uppsala, apuntan que “en Canarias, deberían centrarse en las señales sísmicas de la migración de magma de 20 kilómetros de profundidad”
Harri Geiger y Abigail Barker, ambos del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Uppsala, en Suecia, expresaron este sábado que, si en Canarias se produce una erupción volcánica, su dimensión sería similar a la del Eyjafjallajökull en Islandia de 2010. Entre otros efectos, produjo un caos de tráfico aéreo que afectó a 5.000 vuelos en Europa.Este dato se ha dado a conocer coincidiendo con una serie de movimientos sísmicos que se han producido en Tenerife en las últimas fechas y que han llamado la atención de los geólogos canarios.
En un estudio que acaban de publicar esta semana con los datos cruzados de los movimientos sísmicos del Monte Volcán de Camerún, al que ha tenido acceso ABC, ambos científicos recomiendan a los técnicos que están estudiando los fenómenos que se han producido en las últimas fechas en Tenerife que analicen otros parámetros. Motivo: Existe un complejo sistema de fontanería de magma y su seguimiento es clave para las estrategias de mitigación de riesgos y alerta temprana.
“Pudimos reconstruir profundos embalses de almacenamiento de magma en la parte inferior de la corteza, así como bolsas de magma de poca profundidad en la corteza superior. Estas cavidades poco profundas parecen migrar en los tiempos de inactividad volcánica y pueden desempeñar un papel crucial en el cebado del volcán de erupción “, dice Harri Geiger.
Los resultados sugieren, además, que “existen migraciones a aguas menos profundas donde evolucionan y aumentan su potencial explosivo“. Por lo tanto, “un mayor tiempo entre erupciones aumenta la probabilidad de que la próxima erupción ser más explosivo en el estilo, similar a la erupción del Eyjafjallajökull en Islandia en 2010”.
Explican que “el problema de la vigilancia volcánica es que es fácil buscar señales, pero es difícil saber qué señales son significativas”. Por ello, recomienda: “Nuestro mensaje a los equipos de monitoreo es que deberían centrarse en las señales sísmicas de la migración de magma desde alrededor de 20 kilómetros de profundidad, ya que tales señales son muy propensas a preceder a las erupciones”, agrega Abigail Barker, investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra de Uppsala.
“La aparición de bolsas de magma poco profundas probablemente juega un papel importante en el control estilos eruptivos durante las erupciones y por lo tanto se debe considerar de forma rutinaria en los esfuerzos de mitigación de riesgos. Creemos que estos resultados tienen implicaciones para otros volcanes relacionados en Islandia, Cabo Verde e islas Canarias“, dice Harri Geiger.
Y es que los geólogos de la Universidad de Uppsala han rastreado el movimiento de magma debajo del Monte Volcán, en Camerún, para ayudar a la supervisión de las futuras erupciones volcánicas. La elección de Camerún no es casual. Es el más grande y más peligroso de África, y sus erupciones representan una amenaza para casi medio millón de habitantes que viven a su alrededor.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala se propuso desentrañar sistema de suministro de magma que hay bajo del volcán con el fin de recopilar información sobre el funcionamiento interno del volcán “y para ayudar a mejorar las estrategias de mitigación de riesgos y alerta temprana”, indica Geiger.
Las conclusiones indican que existe un complejo sistema de fontanería de magma debajo del referido volcán Camerún mediante el análisis de las dos erupciones más recientes en 1999 y 2000.
(Fuente: abc.es)
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