Un vídeo de la NASA muestra desde el máximo grosor del 25 de febrero hasta el mínimo del 11 de septiembre | El deshielo del 2015 es el cuarto más importante de la historia reciente
La reducción de la capa de hielo que cubre el océano Ártico es uno de los procesos que mejor ilustra el impacto del cambio climático. Cada año se difunden, entre muchos otros datos, las mediciones de la superficie máxima y mínima cubierta por el hielo en estas aguas próximas al polo Norte. La NASA ha recreado este proceso con los datos del 2015 en un vídeo montaje muy ilustrativo difundido a través de internet.
El nivel máximo del año quedó establecida el pasado 25 de febrero mientras que el récord de deshielo de este año en el océano Ártico se produjo el pasado 11 de septiembre, cuando las aguas que rodean al polo Norte tenía 4,41 millones de kilómetros cuadrados de superficie cubierta por hielo, según los análisis realizado por la NASA y el Centro de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC) de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU).
Para entender el valor de esta cifra se debe recordar que la media registrada entre los años 1980 y 2001 situaba el nivel mínimo de hielo en el Ártico en 6,22 millones de kilómetros cuadrados. Es decir, este año, el Ártico tiene un 29% menos de superficie de hielo de lo que se puede considerar habitual.
En la parte positiva de este análisis comparativo, los expertos recuerdan que durante la última década ha habido otros tres años en que el deshielo del Ártico ha sido incluso peor que el de 2015. El récord absoluto de pérdida de hielo en el Ártico sigue correspondiendo al año 2012. El nivel mínimo de 2014 fue de 5,03 millones de kilómetros cuadrados, el séptimo nivel más bajo registrado hasta ahora.
Regulador de la temperatura del planeta
“La cubierta de hielo marino en el Ártico, agua de mar congelada que flota en la parte superior del océano, ayuda a regular la temperatura del planeta al reflejar la energía solar de vuelta al espacio”, recuerdan una vez más los expertos de la NASA en el comunicado oficial de los datos de este año.
La capa de hielo del Ártico crece y se contrae cíclicamente cada año. La extensión mínima -que se produce al final de la temporada de deshielo, en el verano del hemisferio norte- ha ido disminuyendo desde finales de 1970 coincidiendo con la elevación global de las temperaturas asociada al cambio climático.
“Este año se ha establecido el cuarto nivel más bajo de hielo en el Ártico desde que se iniciaron este tipo de estudio, y aún no hemos visto ningún fenómeno meteorológico importante o patrón de clima persistente en el Ártico que ayude a impulsar la recuperación del hielo”, ha explicado Walt Meier, uno de los responsables del estudio del hielo marino en el Instituto Goddard de la NASA.
Walt Meier destaca que uno de los factores más importantes del actual proceso de deshielo es que “la capa de hielo del Ártico se está volviendo cada vez menos resistentes, y cada año hace falta menos calor para que se produzca un episodio grave de deshielo”. De hecho, diez de los años con niveles mínimos de hielo se concentran en lo que llevamos de siglo XXI.
“Buena parte del hielo del Ártico, que solía ser una capa sólida, está ahora fragmentado en témpanos más pequeños que están más expuestos al calentamiento de las aguas del mar abierto. En el pasado, el hielo marino ártico era como una fortaleza que sólo podía ser atacada por los lados. Ahora es como si los invasores hubieran excavado túneles por abajo y la capa de hielo se está derritiendo ahora desde dentro”, indica de forma ilustrativa Walt Meier.
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