Estado de emergencia al norte de San Francisco, donde ha muerto una persona. Miles de personas han tenido que abandonar sus casas por las llamas
Un incendio originado el sábado en el condado de Lake, en el valle central de California, se ha convertido en solo 24 horas en el más destructivo de este verano en el estado, que sufre su cuarto año de sequía. El gobernador de California, Jerry Brown, declaró este domingo el estado de emergencia en los condados de Lake y Napa para movilizar todos los recursos necesarios. El fuego ha consumido “cientos de estructuras” y ha obligado a miles de personas a abandonar sus casas. El incendio seguía sin control el domingo por la noche.
Las llamas han arrasado comunidades en las poblaciones de Middletown y Cobb, donde ha dejado impresionantes imágenes de daños. Hasta el momento se calcula que los distintos focos han quemado más de 16.000 hectáreas. 5.000 bomberos han sido movilizados. El portavoz del departamento de Incendios del estado, Daniel Berlant, afirmó que “cientos de estructuras han sido destruidas” a falta de un recuento de daños detallado. Cuatro bomberos han resultado heridos con quemaduras de segundo grado. Por la noche, el departamento precisó que el fuego había arrasado 400 viviendas.
El Gobierno estatal también informó el domingo por la noche de la muerte de una persona, aunque no facilitaron más detalles.
La zona se encuentra al oeste de la capital del estado, Sacramento. El viento y la sequedad han hecho de esta una temporada de incendios especialmente dura en California después de cuatro años de sequía y con más del 80% del territorio en situación de sequía extrema. Al menos seis poblaciones han sido evacuadas de forma obligatoria ante el avance de las llamas. Unas 5.000 personas se encuentran sin luz por los daños en las infraestructuras.
Los vecinos de estas poblaciones relatan a la prensa local que el fuego se echó sobre sus casas en cuestión de minutos, con tiempo para recoger lo justo y huir. Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Emergencias del Gobernador, explica en The Sacramento Bee que “los arbustos y los árboles no tienen ninguna humedad” y en el momento en que el fuego toca los árboles se produce una “conflagración”. “Los fuegos se extienden más rápido de lo que yo haya visto en 30 años”, dijo.
El fuego de Lake y Napa se sume al que está consumiendo en condiciones parecidas el condado de Butte, más al norte, donde también se han ordenado evacuaciones obligatorias. El fuego comenzó el miércoles pasado y ya ha quemado 26.000 hectáreas en los condados de Amador y Calaveras. El departamento de Bomberos estatal contabilizaba este domingo 81 casas destruidas y otros 51 edificios. El fuego solo está controlado en un 20%.
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