Según economistas, el alza en tasas del Sistema de Reserva Federal de EE.UU., la crisis griega en la eurozona, la desaceleración en China y los bajos precios del crudo serán cuatro 'dolores de cabeza' para la economía global durante la segunda mitad del año. Lograr un crecimiento de apenas el 3.3% parece una meta difícil de lograr.
Precio del petróleo
Desaceleración de la economía china
El precio del petróleo será uno de los principales dolores de cabeza para la economía mundial en el segundo semestre de 2015. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha aumentado su nivel de producción de barriles en un millón de unidades más, lo cual pone presión a las naciones que han realizado inversiones fuertes en energía. Frente a la presión de Oriente Próximo al costo del crudo, la ofensiva de EE.UU. será fortalecer el precio del dólar.
Alza de tasas de la Fed
Ante los datos de estabilidad que ha arrojado la economía de Estados Unidos, la Reserva Federal ha mencionado dos posibles aumentos este año: un incremento de 0.25 puntos porcentuales en agosto y otro en diciembre. De esta forma, los mercados también deberán prepararse para un terreno de volatilidad y fuga de capitales, además de un aumento en el costo de endeudamiento para los países en desarrollo.
Crisis de la zona euro
La zona euro libró el riesgo de la deflación gracias al programa de flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE), por un monto de 1.1 billones de euros, que durará hasta septiembre de 2016. Sin embargo, problemas como el bajo crecimiento, los altos déficit fiscales y la situación que vive Grecia colocan a la zona euro en condiciones de incertidumbre y volatilidad.
Desaceleración de la economía china
Los años de crecimiento superiores a 10% en la economía china parecen haber quedado en el pasado debido a la desaceleración interna, problemas en las industrias de exportación y la caída en los precios de las materias primas. En junio, la Bolsa de Shanghái cayó casi un tercio de su valor, con pérdidas cercanas a los 4 billones de dólares en el valor de las acciones. La situación que vive China puede terminar en una crisis financiera que afectará gravemente a la economía mundial.
Sin embargo, Pekín asegura que podrá solucionar sus problemas económicos. El gobierno chino ya reaccionó con una batería de medidas, aportando liquidez o prohibiendo a unos 100 grandes grupos vender acciones de sus filiales en la Bolsa. Además, las 21 principales corredurías chinas se comprometieron a invertir al menos 19.000 millones de dólares adicionales en los mercados.
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