La segunda ola de calor del verano durará al menos doce días (del 5 al 16 de julio). La más larga fue la de 2003, con una duración de 16 días. La mayor temperatura de la ola se registró en Córdoba (45,2 grados) y se han batido récords en Zaragoza (43,7), Lleida (43,1), Granada (42,8) y Girona (41,3). A partir del jueves baja paulatinamente la temperatura, pero el domingo se recuperarán con máximas otra vez muy altas en casi toda España.
Acabábamos de salir de una ola de calor a finales de junio (27-30), cuando el pasado 5 de julio (domingo) nos pillaba la segunda. Ésta ola que aún estamos viviendo intensamente, y que durará al menos hasta el jueves 16 de julio, podría ser la segunda más larga desde que hay registros (1975). Los 12 días consecutivos de altísimas temperaturas previstos por el servicio de meteorología de la Aemet solo han sido superados con anterioridad por la ola de calor que barrió Europa en el verano de 2003. Aquel episodio de calores extremos duró 16 días.
El parte meteorológico dice que a lo largo de este martes se espera un “ascenso progresivo de las temperaturas, más acusado en áreas de la mitad norte peninsular y más ligero en el sur y zona centro, con lo que las temperaturas máximas superarán de nuevo los 40 grados“. El miércoles 15 las temperaturas seguirán subiendo en la cuenca del Ebro, manteniéndose estacionarias en el resto.
Hablar con propiedad de ola de calor exige que se trate de un episodio de al menos tres días consecutivos en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas (hay 137) registran máximas por encima del percentil 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de julio y agosto de los años 1971 a 2000. Es decir, que las temperaturas deben estar por encima de la más baja de las 93 temperaturas más altas entre esos años. El resultado es más de 40 grados en Sevilla, 37 grados en Madrid o 33 en Barcelona.
La ola más larga y peor fue la de 2003
La última tabla publicada por Aemet recoge que España ha vivido, desde 1975, un total de 45 olas de calor en la Península, Baleares, Ceuta y Melilla. En Canarias, que es medida aparte, han sido 33. Ante una ola de calor, los expertos se fijan en tres indicadores: la duración de la misma, el número de provincias afectadas y la temperatura máxima de la ola.
En la península, la ola más larga fue la que se produjo en 2003 duraron el máximo hasta la fecha: 16 días. Ese verano, la ola de calor que se produjo en Europa provocó según la OMS más de 70.000 fallecimientos. En España se calcula que murieron 3.166 personas, todas mayores de 65 años. Numerosos estudios posteriores sugirieron que las olas de calor aumentan en un 25% el riesgo de morir, una situación que empeora en las grandes ciudades.
En cuanto al número máximo de provincias afectadas en días con ‘ola de calor’ para la península destaca 2012, con 40 provincias en total afectadas los días 9 y 10 de agosto de ese año. También ocurrió algo similar en 2003, cuando hubo 38 provincias afectadas lo días 3, 4 y 9 de agosto.
Respecto a la temperatura máxima, la ola de calor de este año está rompiendo las barreras históricas. De hecho, cuatro ciudades (Girona, Granada, Lleida y Zaragoza) han superado las máximas registradas. En Zaragoza se alcanzaron el martes 7 de julio los 43,7 grados en la estación del aeropuerto. En Lleida, ese mismo día también se alcanzó la cifra récord de 43,1. En Granada, un día antes fueron 42,8 grados. Por su parte en Girona el termómetro marcó a la sombra los 41,3 grados centígrados, una décima más de la temperatura máxima, que databa de 2003.
El termómetro ha alcanzado su máximo en territorio nacional en lo que va de ola de calor en Córdoba, donde el medidor del aeropuerto alcanzó el pasado 6 de julio los 45,2 grados, según Aemet. Por contra, Oviedo y A Coruña han sido las dos poblaciones donde, en los días más calurosos, el mercurio no subía de los 22 grados mientras el resto de capitales se superaban los treinta y tantos grados.
Las olas de calor como la que sufre España este verano están dentro de la normalidad, según la Organización Meteorológica Mundial, pero a causa del cambio climático, la frecuencia, la intensidad y el alcance de estos fenómenos extremos aumentará a corto plazo.
Los principales grupos de población que hay que atender en situaciones de calor extremo son los ancianos, los niños, embarazadas y las personas que padecen enfermedades crónicas que requieran medicación. Asimismo se recomienda beber mucha agua y líquidos; evitar el alcohol y la cafeína; comer frutas y verduras; evitar, en lo posible, salir en las horas centrales del día; máxima precaución en las actividades deportivas; protegerse del sol con gorros y gafas; y no tomar el sol a las horas de máxima radiación y siempre con protección solar.
La entrada de aire frío por el oeste a partir del jueves desplazará las altas temperaturas de los últimos días, pero la ola de calor no desaparecerá, sólo se verá atenuada, según la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ana Casals. Los modelos de predicción prevén que el jueves, viernes y sábado las temperaturas descenderán paulatinamente de oeste a este entre 6 y 8 grados, dando un día de respiro aproximadamente a cada zona del país pero a partir del domingo se recuperarán con máximas otra vez muy altas en casi toda España, ha manifestado Casals, para quien es prematuro señalar el fin de esta ola de calor.
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