Los datos preliminares de la investigación han confirmado que la tumba de Jesucristo no ha sido desplazada tras siglos de destrucción y reconstrucción de la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.
Los investigadores que, por primera vez en siglos, han retirado el revestimiento de mármol que cubría la tumba de Cristo en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén han descubierto que la plataforma funeraria en la que se cree que fue sepultado Cristo está intacta, escribe National Geografic.
La plataforma funeraria se localiza en el Edículo, una pequeña capilla de mármol en el centro de la rotonda de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén que fue instalada, supuestamente, en 1555 (aunque es probable que ocurriera siglos antes) para que los peregrinos no se llevaran trozos de la reliquia.
El revestimiento de mármol fue retirado de la tumba de Cristo el pasado 26 de octubre. En un primer momento el equipo de restauración de la Universidad Técnica Nacional de Atenas descubrió la primera capa del material de relleno que se encontraba debajo.
Luego, durante un trabajo continuo de 60 horas, fue revelada otra losa de mármol con una cruz esculpida en su superficie. Para la noche de 28 de octubre, justo unas horas antes de volver a sellar la tumba los científicos descubrieron que la plataforma funeraria de cal en la que, supuestamente, fue sepultado Jesucristo está intacta.
"Estoy absolutamente deslumbrado. Mis rodillas tiemblan un poco porque no esperaba eso", dijo Fredrik Hiebert, el arqueólogo de la Sociedad Nacional Geográfica, añadiendo que podría tratarse de "una prueba visible de que la tumba no ha sido desplazada durante todo tiempo, algo que científicos e historiadores se preguntaban hace décadas".
Asimismo, los investigadores confirmaron la autenticidad de las paredes de cal que se encuentran dentro del Edículo. Para exponer las paredes de la cueva abrieron un agujero en la pared sur del santuario.
A pesar de que los arqueólogos admiten que todavía no se puede decir de una manera exacta si es el verdadero lugar de la sepultura de Jesucristo, subrayan que no existe una argumentación para desmentirlo y que "no hay razón para rechazar la autenticidad del lugar".
El arqueólogo Martin Biddle, autor de un estudio sobre la historia de la tumba publicado en 1999, considera que la única forma de averiguar si es el verdadero lugar de la sepultura de Cristo, o de, al menos, saber por qué lo cree así la gente, pasa por revisar minuciosamente los datos obtenidos a la hora de revelar la plataforma funeraria y las paredes de la cueva y prestar la atención particular a los rastros de los grafitis en las paredes.
El arqueólogo destaca que hay otras tumbas en la zona que son de suma importancia porque están marcadas con cruces e inscripciones pintadas o esculpidas en la superficie de las piedras. "Sabemos que hay por lo menos media docena de otras tumbas de piedra debajo de varias partes de la iglesia. ¿Por qué el obispo Eusebius identificó esta tumba como la de Cristo? No lo dice y no lo sabemos. Yo no creo que Eusebius se haya equivocado porque fue un investigador muy bueno y por eso, probablemente, existe la evidencia y solo hay que buscarla".
El grupo de la Universidad Técnica Nacional de Atenas continuará la restauración del Edículo durante al menos cinco meses sucesivos para reforzar, limpiar y documentar cada milímetro del santuario. De esa forma proporcionarán la información necesaria a los investigadores que luego, durante años, examinarán el origen y la historia de uno de los lugares más sagrados del mundo.
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