El Sakurajima podría arrasar la cercana ciudad de Kagosima, conocida como el 'Nápoles de Oriente'
El volcán Sakurajima, uno de los más activos de Japón, acumula una gran cantidad de magma en su interior, lo que indica que es muy probable que se encuentre en la antesala de una gran erupción. Un equipo de investigadores ha estado estudiando el volcán para diseñar un método de alerta de erupciones volcánicas que prevengan a la población y puedan evitar los graves daños producidos por la expulsión de lava. La investigación ha sido una colaboración de la Universidad de Exeter, la Universidad de Bristol, ambas en Reino Unido y el centro de investigación del volcán Sakurajima, en Japón. El equipo de expertos, liderados por James Hickey de la Universidad de Exeter, ha desarrollado una serie de técnicas pioneras para estudiar el sistema natural de tuberías del volcán.
La anterior gran erupción del volcán se produjo en 1914 y acabó con la vida de 58 personas, además de provocar grandes destrozos e inundaciones en la ciudad de Kagosima, conocida como el Nápoles de Oriente. Los investigadores alertan de que esa gran erupción podría repetirse en un plazo de 25 años, lo que, en términos geológicos, es muy poco tiempo. Kagosima tiene en la actualidad 600.000 habitantes.
Estas técnicas consisten en el estudio de la sismología del volcán, el seguimiento de los cambios en los gases producidos en su interior y la deformación de los alrededores producida por la lava del volcán. Sin embargo, Hickey admite que, a pesar de este intenso estudio, no siempre es posible pronosticar las erupciones. “Por eso, en vulcanología en lugar de predicción, usamos el término previsión porque incorpora un cierto nivel de incertidumbre”, explica el experto.
El equipo se ha centrado en el estudio del cráter llamado Aira Caldera, que se encuentra sumergido en las inmediaciones del volcán Sakurajima debido a una explosión anterior y su posterior hundimiento bajo el magma. En este cráter es donde se acumula el magma que alimenta el volcán y con este suministro, produce pequeñas erupciones controladas a diario. “El Sakurajima estalla con regularidad, lo que también nos indica que se puede estar preparando para una erupción mucho más grande”, cuenta Hickey. Junto a esa evidencia y la gran cantidad de magma acumulado en el cráter, también se encuentra el hecho de que el suministro de ese magma se está produciendo a un ritmo más rápido de lo habitual.
El objetivo del estudio, cuyos resultados se han publicado en la revista Scientific Reports, es elaborar un sistema de alerta para las grandes erupciones. “Creemos que este nuevo enfoque puede ayudarnos a proporcionar información a las autoridades locales que pueden ayudar a salvar vidas en caso de una erupción inminente”, cuenta Hickey. Joachin Gottsmann, de la Universidad de Bristol y coautor del estudio incide en la importancia de comprender los indicadores que ofrecen los volcanes. “Es esencial comprender la velocidad, la acumulación y el volumen del magma para supervisar los volcanes de forma continua y poder predecir las erupciones no solo del Sakurajima, sino de todos los volcanes del mundo”, explica.
Al comparar los datos registrados en la actualidad con los disponibles de la erupción de 1914, los investigadores han estimado que el volcán tardará 130 años en producir una erupción masiva como la de entonces. “Puesto que ya han transcurrido 100 años desde la última gran erupción, significa que estamos a unos 25 años de que se produzca otra”, cuenta Hickey. “Poder trabajar sobre un marco de tiempo ayuda a que las autoridades puedan planificar en consecuencia”, concluye Hickey. La oficina de la ciudad japonesa de Kagosima, el Nápoles de Oriente, ya ha diseñado un nuevo plan de evacuación de emergencia.
(Fuente: elpais.com)
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