2,000 kilómetros de esta construcción requieren de un proceso de recuperación; la erosión natural y la actividad humana son los causantes de esta situación.
La situación podría empeorar, advierten los expertos, porque no se está haciendo lo suficiente para preservar lo que queda.
“Es una gran pena ver que la Gran Muralla está en una situación tan deteriorada”, dijo a CNN Mai Jingtian, voluntario que ha trabajado desde hace tres décadas en la salvaguardia de la estructura y que fundó la Asociación de Protección de la Gran Muralla.
Unos 8,000 kilómetros de la estructura datan de la era de la dinastía Ming, entre los siglos XIV y XVII, y muchas personas consideran que es la Gran Muralla original.
Una Gran Muralla Silvestre
De esta porción, 2,000 kilómetros se componen por accidentes naturales, por lo que solo se construyeron 6,000 kilómetros de la muralla de la dinastía Ming. Los tramos que se construyeron en otras épocas tienen una longitud total estimada de 21,000 kilómetros.
Muchas de las personas que visitan China relacionan a la Gran Muralla con un tramo muy restaurado de la muralla de la era Ming que se encuentra en Badaling, cerca de Beijing, pero esto no es lo que ocurre con la mayor parte de la estructura.
Según un estudio que llevó a cabo la Sociedad de la Gran Muralla China en 2014, solo alrededor del 8.2% de la Gran Muralla está en buen estado y se considera que el 74.1% está en mal estado de conservación.
“La Gran Muralla es un sitio patrimonial muy vasto (de más de 20,000 kilómetros), por lo que aumenta la dificultad de preservarla y restaurarla“, dijo a CNN Dong Yaohui, subdirector de la Sociedad de la Gran Muralla China. “El que los departamentos locales encargados del patrimonio dependan de una mano de obra muy reducida no es suficiente para cuidar y proteger el sitio”.
El reciente aumento del interés de los turistas por visitar las secciones poco explotadas, conocida como La Gran Muralla Silvestre, ha acelerado el deterioro, según el estudio. El grafiti y el saqueo también han dejado su huella.
“Los habitantes de las zonas por las que pasan algunos tramos venden los ladrillos que tienen inscripciones históricas”, dice Dong.
Penas más rigurosas
Dong dice que para proteger los tramos más vulnerables de la muralla, los gobiernos locales deberían dar subsidios e información para que los habitantes y los agricultores de la zona se involucren en su protección. También se necesitan penas más rigurosas, agregó.
“Por ejemplo, hace unas semanas, los departamentos del gobierno local derribaron una parte de la Gran Muralla en Ningxia con fines de desarrollo agrícola. Los responsables solo recibieron una advertencia verbal, pero no un castigo riguroso”.
Mei agregó que también se debería reclutar a la gente local para que se aseguren de que los turistas respeten la estructura.
“Estas actividades deben llevarse a cabo para las generaciones venideras”, agregó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.