Dos agentes patógenos pueden ser la causa de las muertes aunque todavía se está investigando
La organización ha calificado el hecho como un «duro golpe» a los esfuerzos que se han llevado a cabo en la última década para recuperar la especie desde los 50.000 animales que quedaban en todo el mundo y que «apenas estaban empezando a dar resultados», según ha indicado.
«Los análisis preliminares indican que ha habido una combinación de factores ambientales y biológicos que han contribuido a la catástrofe, que ha alcanzado a cuatro grandes poblaciones en periodo de cría de esta especie en peligro crítico de extinción desde mediados de este mes de mayo. No ha sobrevivido ni un solo animal en los pastos afectados», ha indicado la UNEP.
La organización ha indicado que el viceministro del Ministerio de Agricultura del país asiático, Erlan Nysynbaev, ha calificado la muerte de estos animales como un «gigantesco golpe» tanto para Kazajistán como para el mundo y ha recordado que el 90% de la población de este antílope vive en el país.
«Es doloroso ser testigo de esta mortalidad masiva. Hemos creado grupos de trabajo de todos los ámbitos de relevancia, también a nivel internacional, y estamos determinados a encontrar las causas y llevar a cabo todos los esfuerzos para evitar que vuelva a ocurrir algo así», ha indicado Nysynbaev, según UNEP.
El organismo internacional ha indicado que el trabajo de los expertos está «clarificando» la intervención de dos agentes patógenos como posible causa del fallecimiento de los animales, concretamente la «Pasteurella» y la «Clostridia», aunque señalan que estas sustancias «únicamente son letales si el sistema inmune ya está debilitado».
«Los expertos están trabajando contrarreloj para investigar el impacto que ha tenido sobre la salud de la vida animal el fuerte monzón de la primavera, así como otros factores como la composición de las plantas o la presencia de virus –ha indicado Aline Kühl-Stenzel, una de las expertas de la UNEP implicada en la investigación–. Ninguno de los datos obtenidos hasta ahora indica que el combustible de cohetes tenga algo que ver».
En todo caso, la organización apunta a que el recuento de cadáveres de animales «probablemente sobrepasará ampliamente los 120.000» debido a que todavía se está llevando el recuento por parte de los equipos de emergencia del país. «Lo que sí parece claro es que la mortalidad en masa ha terminado y que bastantes animales monitorizados por GPS siguen vivos en lugares que no han sido afectados», ha subrayado.
Además, expertos de la UNEP han asegurado que la especie «es capaz de reponerse rápidamente» y se han mostrado confiados en que, «si se consigue controlar lo que haya causado la mortalidad, las poblaciones se recuperarán».
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