En el 2005, una fuente anónima envió una serie de mensajes de correo electrónico a un grupo de discusión OVNI liderado por el ex empleado del gobierno estadounidense Víctor Martínez. Los correos electrónicos detallan la existencia de un programa de intercambio entre el gobierno estadounidense y los Ebens, seres extraterrestres de Serpo, un planeta del sistema estelar Zeta Reticuli. El programa fue llamado el Proyecto Serpo.
La fuente se identificó como un empleado jubilado del gobierno, alegando que había participado en un programa especial.
Los orígenes del programa se hallaban con las dos caídas de OVNIs en Nuevo México en 1947, el famoso incidente de Roswell y el otro en Corona. Afirmó que un extraterrestre sobrevivió al accidente y fue trasladado al Laboratorio Nacional de Los Álamos. Los otros seis extraterrestres fallecidos fueron colocados en una instalación de congelación en el mismo laboratorio.
Estableciendo comunicación con los científicos y el personal militar, el sobreviviente les proporcionó la ubicación de su planeta de origen y siguió cooperando hasta su muerte en 1952. El extraterrestre proporciono información acerca de los objetos que fueron hallados dentro de los OVNIs estrellados. Uno de los objetos era un dispositivo de comunicación que le fue permitido usar, para ponerse en contacto con su planeta de origen.
Una reunión fue fijada para abril de 1964, cuando una nave extraterrestre aterrizó cerca de Alamogordo, Nuevo México. Tras la recuperación de los cuerpos de sus compañeros muertos, los extraterrestres involucrados intercambiaron información con los humanos en el idioma Inglés, gracias al dispositivo de traducción de los alienígenas.
Una cosa llevó a la otra y en 1965, los extraterrestres aceptaron llevar a un grupo de seres humanos de vuelta a su planeta como parte del programa de intercambio. Doce militares fueron cuidadosamente seleccionados para una estancia de diez años en Serpo. Los diez hombres y dos mujeres eran especialistas en diversos campos y su tarea consistía en reunir la mayor cantidad de información posible, en relación con todos los aspectos de la vida, la sociedad y la tecnología en el planeta alienígena.
Habían aprendido que Serpo era un planeta similar a la nuestra, aunque menor. Orbitaba alrededor de un sistema binario de estrellas y tenía un ambiente similar en composición a la de la Tierra. Sin embargo, los dos soles significaba que eran mayores los niveles de radiación y los doce seres humanos tuvieron que recurrir a la protección en todo momento. Dos de ellos murieron a causa de complicaciones. El calor era extremo y llevó a los humanos restante varios años para adaptarse.
Otro problema era la comida. La tripulación tenía suficiente comida para ellos durante dos años y medio, pero finalmente tuvo que recurrir a comer alimentos natales de Eben. Cualquiera que haya viajado al extranjero sabe de las consecuencias gastrointestinales graves planteados por el consumo de alimentos locales, pero la tripulación humana finalmente se adapto.
Otro problema fue la duración de la jornada en Serpo, que fue de 43 largas horas terrestres. Además, nunca se conseguía ponerse totalmente oscuro ya que sus cielos nocturnos estaban iluminados por el sol más pequeño.
El equipo tuvo total libertad para explorar el planeta alienígena y no fueron obstaculizados de manera alguna.
La geología del mundo alienígena era diferente; habían pocas montañas y no habían océanos. Existían varios tipos de vida como la planta pero en su mayoría cerca de la zona polar, donde estaba más fresco. También hubo tipos de vida animal y algunos de los más grandes fueron utilizados por los Ebens para el trabajo y otras tareas, pero nunca como fuentes de alimento. Produjeron su comida a través de procesos industriales, de los cuales tenían más de unos pocos.
Los habitantes de Serpo vivían en pequeñas comunidades lideradas por una gran ciudad. Carecían de un gobierno central, pero parecían estar haciéndolo muy bien sin él. Los Ebens tenía liderazgo y un ejército, pero el equipo de la Tierra se dio cuenta de que ellos nunca utilizaban armas de cualquier tipo y la violencia era prácticamente desconocida. No tenían ningún concepto de dinero o el comercio. Cada Eben expedía artículos de acuerdo con sus necesidades.
La población del planeta era de unos 650.000 individuos. La tripulación humana señaló que los Ebens eran disciplinados en todos los aspectos de sus vidas, trabajando en horarios en función de los movimientos de sus soles. No hubo otras civilizaciones en Serpo excepto los Ebens.
Su método de reproducción fue similar a la nuestra, pero tenía una tasa de éxito mucho menor. Por lo tanto, sus hijos eran muy aislados. De hecho, el único problema que tuvo la tripulación humana fue cuando tenían la intención de fotografiar a los niños Eben. Fueron escoltados lejos por el ejército y se les pidió no intentarlo de nuevo.
A su regreso a la Tierra, los restantes ocho miembros de la expedición fueron puestos en cuarentena durante un año. Durante este período, ellos fueron interrogados y el reporte completo acumulo alrededor de 3.000 páginas. Todos los miembros de la expedición, ya han muerto a causa de diversas complicaciones debido a la exposición a la radiación. El destino de las dos personas que optaron por permanecer en Serpo es desconocida. Los Ebens no han contactado con la Tierra desde 1985.
La autenticidad de este relato ha sido tema de debate desde que salió a la superficie. Sin embargo, es uno de los casos extraterrestre más interesante que hay. Que nosotros sepamos, mejor dicho.
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