Muchos niños presenciaron el hecho. Y sus padres se preguntan por qué el personal tardó 15 minutos en intervenir
Per Arnstein Aamodt, el responsable del zoológico, confirmó la muerte de la jirafa a manos del antílope, que la aprisionó en una valla, de la que no pudo sacar la cabeza. «No sabemos muy bien qué ha pasado a ciencia cierta», explicó a los medios de comunicación el veterinario encargado de realizar la autopsia al animal, que, aunque llegó «tan pronto pudo» al recinto que éste ocupaba, no pudo hacer nada por salvar su vida.
«Todo el mundo estaba en shock, pero lo más sorprendente es que no había ningún miembro del personal presente en el momento en que sucedió la tragedia. Varios de nosotros intentamos llamar a través de las líneas de emergencia del zoo, pero no encontramos respuesta. Es muy extraño que se tomaran quince minutos en intervenir», manifestó otro de los testigos al diario noruego antes citado.
«El reino animal es en ocasiones brutal. Pero entendemos que nuestros visitantes opinen que esto no es agradable de ver. No hay personal velando por los animales todo el tiempo, pero ellos hacen bien su trabajo. Dos de ellos se personaron de inmediato en cuanto recibieron el aviso», explicó el director de Kristiansand.
La jirafa fallecida ocupa un lugar especial en muchos de los corazones de los habitantes de Noruega después de su mediático nacimiento en 2010. De hecho, los lectores de VG fueron los encargados de bautizarla: «Melvin» fue la opción ganadora entre los 1.600 nombres sugeridos.
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