América del Sur tiene una larga historia de increíbles encuentros con ovnis. Especialmente destacable es la gran variedad de avistamientos que van desde los objetos más sencillos que vuelan a velocidades increíbles, mutilaciones de ganado, así como historias de contactados y seres extraños que emergen de la nada. Sin lugar a dudas el más conocido encuentro extraterrestre fue el de Antônio Vilas-Boas en 1957. El agricultor brasileño estaba trabajando en sus campos con un tractor cuando afirmó ser abducido por extraterrestres y llevado a bordo de una nave espacial.
Pero el incidente de Vilas-Boas está lejos de ser el único caso referente al “secuestro” extraterrestre. De hecho, la provincia de Minas Gerais, en la Región Sudeste de Brasil, tiene uno de los mayores registros de abducciones del mundo. Por ejemplo, en agosto de 1962 hubo un incidente que pudo ser más importante que el de Vilas-Boas, lamentablemente en esta ocasión la víctima no sobrevivió para contarlo. Incluso los propios indígenas también fueron testigos de sorprendentes encuentros. En 1965 unos 50 miembros de la tribu Toba se vieron sorprendidos por la presencian de tres seres altos que aparecieron del interior de dos platillos volantes cerca de la ciudad argentina de Formosa, entre la frontera con Paraguay. Los seres parecían tener halos luminosos alrededor de sus cuerpos, y los indios se arrodillaron ante su presencia.
Y en esta breve introducción no nos podemos olvidar de las misteriosas las líneas de Nazca grabadas en el desierto peruano cerca de la ciudad de Ica. Las líneas rectas atraviesan el desierto durante decenas de kilómetros y otras formas incluyen las figuras de monos, ballenas y aves decorativas. Los expertos en el tema aseguran que las líneas son marcadores o pistas de aterrizaje para naves espaciales extraterrestres.
Y ahora, unas imágenes de lo que parece ser un “OVNI” sobre Bogotá hecha por un reconocido periodista pueden sumarse a la larga lista de avistamientos OVNI en América del Sur
OVNI en forma de “ocho” sobre Bogotá
Según Mirror Online, Richard Emblin, director y editor en jefe del periódico colombiano escrito en inglés “The City Paper Bogotá”, con sede en Bogotá, reveló recientemente unas controvertidas fotografías de un misterioso objeto. Las tres imágenes, que según Emblin las hizo desde el balcón de su casa, parecen mostrar un misterioso objeto borroso en forma de “ocho” sobre el cielo.
Emblin es un reconocido periodista que comenzó su carrera como reportero gráfico freelance para los periódicos The Telegraph y The Independent en 1989, cubriendo la caída del Muro de Berlín en 1989. También trabajó como fotógrafo para otros medios como Time, Marie Claire, Der Spiegel y The Houston Chronicle. En 1994, ganó la medalla de bronce para el fotoperiodismo de la Society of News Design por sus imágenes de Angola para el medio canadiense The Globe and Mail.
Pero lo que no se esperaba encontrar a lo largo de su carrera era que fuera testigo de la aparición de un extraño objeto, que para Emblin era claramente un OVNI.
“Yo me tomo la ética periodística muy en serio”, dijo Emblin. “Yo no manipulo mis imágenes. El domingo 12 de abril, salí a mi balcón, que da al este, y está situado en el barrio Rosales en Bogotá. “Era un día gris, un domingo por la mañana, las calles estaban vacías, y aún estaba la ligera llovizna de la noche. Mientras miraba hacia arriba y más allá de los muros rojos de mi barrio, vi un objeto redondo negro elevarse verticalmente en el cielo, desde detrás de los Cerros Orientales. Se encontraba a unos 5 kilómetros de distancia, tenía la forma completa y parecía como un punto de color gris.”
Emblin, quien estudió para ser piloto de línea aérea comercial, sabía que el extraño objeto no era un avión conocido o un drone.
“Sé cómo distinguir a grandes distancias el sonido de un Airbus A340 o de un Boeing 777”, dijo Emblin. “He estudiado mapas de vuelo, rutas de vuelo y entiendo estas máquinas, las admiro. El extraño objeto no tenía fuselaje, sin complementos, sin sonido. Eso no era un avión.”
El reconocido periodista, que ha arriesgado su reputación debido a la publicación de las fotografías, explicó que “el punto negro” comenzó a despegar, se detuvo bajo una nube y despareció hacia el sur. Entonces Emblin decidió seguirlo dirección al aeropuerto, y al volverlo a ver observó que no era un objeto, sino dos.
“Era muy evidente que esto era un OVNI”, dijo Emblin. “Los domingos no pueden volar globos sobre la capital, solo los helicópteros oficiales como los de la policía o el ejército pueden patrullar. Yo pude ver como el objeto cambiaba su forma. Podía subir y bajar rápidamente… El punto negro parecía tener anillos. Pero en un momento dado, se desplazó a un lado, y desapareció. Haga sus propias conclusiones. No estoy aquí para convencer a nadie. Ese no es mi objetivo. Así que este domingo húmedo en Bogotá apareció algo misterioso y para el que no tengo respuestas.”
Pero la pregunta no es que era el misterioso objeto, más bien: ¿por qué un respetado periodista arriesgaría su reputación por unas imágenes de un OVNI?
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