Las islas Marshall, un área de 181 kilómetros cuadrados en el Pacífico Norte con una población de 70.000 personas, presentó el jueves una demanda oficial contra las nueve potencias nucleares ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Los islotes, que estuvieron bajo administración estadounidense hasta el año 1990, son conocidos por haber albergado una serie de pruebas nucleares de este país en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Ahora en su demanda acusan a EE.UU., China, Francia, Reino Unido, Rusia, Israel, la India, Pakistán y Corea del Norte de “violaciones flagrantes” de la legislación internacional.
Más precisamente, se les imputa estar modernizando sus arsenales nucleares y adaptarlos al siglo XXI en vez de negociar el desarme, tal y como aseguran en su retórica pública. Según calculan, estas naciones juntas invertirán 1 billón de dólares en su armamento atómico a lo largo de los próximos diez años.
Además de su reclamo en La Haya, el Gobierno de la ahora República de las Islas Marshall presentó en San Francisco una demanda federal contra EE.UU. El documento menciona al presidente Barack Obama, los Departamentos de Defensa, de Energía, de la Administración Nacional de Seguridad nuclear y a sus respectivos responsables.
“Nuestra gente ha sufrido un daño catastrófico e irreparable por aquellas armas y nos comprometemos a luchar para que nadie más en la tierra experimente jamás tales atrocidades”, comentó el ministro de Exteriores de las islas Marshall, Tony de Brum, en un comunicado, según recoge la agencia de noticias AFP. En el territorio del archipiélago tuvo lugar un total de 67 pruebas nucleares durante 12 años, lo que causó efectos duraderos en la salud de la población y en el medioambiente de la zona, según ecologistas locales. Las demandas no exigen ninguna indemnización pero sí reclaman la reducción del arsenal nuclear mundial.
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