Si hemos aprendido algo de la clase de ciencias es que la naturaleza está constantemente tratando de matarnos. No importa lo mucho que lo intente porque nunca podrá acabar con estos animales capaces de resistir tanto las altas temperaturas como las más bajas.
La Turritopsis nutricola es una pequeñísima medusa de la familia Oceanidae que alcanza apenas medio centímetro de longitud. Aunque es una especie originariamente caribeña, hoy en día se puede encontrar en todos los océanos del mundo, tanto en aguas tropicales como templadas, debido a una lenta pero progresiva e irreversible colonización facilitada por el tráfico marino de los grandes barcos, que descargan el agua de lastre de sus tanques por todos los mares, trasladando así ésta y multitud de otras especies potencialmente invasoras, como el pez león.
Los escarabajos descortezadores de los géneros Dendroctonus e Ips son los insectos más destructivos en los pinares de Norteamérica y América Central. Estos insectos atacan y matan los árboles en forma individual, en pequeños grupos o en infestaciones grandes de cientos de hectáreas. Los ataques epidémicos se originan generalmente en áreas mal manejadas o bien en rodales demasiado densos. Una vez iniciado, el ataque puede permanecer por años y extenderse rápidamente a rodales bajo manejo – incluyendo a áreas urbanas.
Las arañas saltadoras pertenecen a la clase Arachnida, orden Araneae y familia Salticidae. Aproximadamente 4.000 especies de arañas saltadoras han sido identificadas, cada una con su propio nombre científico. Los nombres científicos son generalmente derivados de palabras del griego y del latín y pueden incluir referencias al nombre de sus descubridores, la ubicación donde el espécimen fue encontrado por vez primera o el nombre en el lenguaje nativo de su hábitat.
Oso de agua o tardigrada
Los tardígrados son invertebrados microscópicos (miden de 0,05 a 1,5 milímetros). Se conocen también como osos de agua debido a su aspecto y a la manera en la que se desplazan. Tienen ocho patas pero andan muy despacio, viven en el agua o en zonas húmedas (como musgos o helechos). Los científicos calculan que hay más de 1.000 especies de tardígrados en todo el mundo. Pero lo más llamativo de estas criaturas es su extraordinaria resistencia a los ambientes más inhóspitos. Según se asegura en la descripción de la página de la NASA, son capaces de sobrevivir durante décadas sin comida ni agua y resisten climas extremos (tanto a las temperaturas a las que hierve el agua como a temperaturas bajo cero). La razón por la que son tan resistentes es porque son capaces de reparar su propio ADN y reducir su contenido de agua.
A menos que usted sea un biólogo marino muy afortunado, es poco probable que alguna vez haya visto un Pompejana Alvinella en persona. Eso es porque este extraño gusano pasa su vida pegado alrededor de los respiraderos hidrotermales volcánicos en las profundas fosas oceánicas. Estos pequeños gusanos viven en un ambiente que es muy hostil a la vida, y que va más allá de la presión del agua. Puede soportar temperaturas de hasta 80 grados centígrados.
Según un estudio publicado por la revista Nature, un grupo de investigadores de la Universidad de Ghent (Bélgica) y Princeton (Estados Unidos) ha descubierto especies, entre ellas una totalmente desconocida hasta la fecha, que pueden vivir a más de tres kilómetros bajo la corteza terrestre, allí donde se creía que sólo podían habitar organismos unicelulares, dadas las condiciones de temperatura, energía y oxígeno reinantes en esos subsuelos.
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