Japón ha terminado su preparación ante una posible situación de emergencia vinculada con el lanzamiento del cohete de Corea del Norte, previsto para los próximos días. El Ministerio nipón de Defensa ha desplegado un sistema antimisiles en el centro de Tokio con el objetivo de interceptar el misil en caso de que su trayectoria suponga un riesgo para la capital japonesa.
Se han colocado dos unidades de los sistemas de misiles tierra-aire Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) en las instalaciones deportivas del Ministerio de Defensa, rodeado de casas y oficinas. Otro sistema similar también ha sido instalado a las afueras de Tokio en las bases militares de Asaka y Narashino, en los municipios de Saitama y Chiba, respectivamente.
A finales de marzo Japón anunció su intención de una posible interceptación del cohete norcoreano Unha-3 que, según se prevé, será lanzado entre el 12 y el 16 de abril. El Ministerio nipón de Defensa cree, al igual que otras potencias asiáticas y occidentales, que se podría tratar de un ensayo encubierto de un misil balístico, una actividad que Corea del Norte se comprometió a no realizar bajo una resolución de la ONU. Japón ya ha realizado una prueba del sistema de alerta que avise al pueblo japonés sobre el peligro en el caso del lanzamiento de un cohete.
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