"La situación es penosa. En este momento nadie tiene ni idea de cuántas personas están atrapadas", ha dicho Raichand Mohta, oficial de policía
“La situación es penosa. En este momento nadie tiene ni idea de cuántas personas están atrapadas”, ha dicho Raichand Mohta, oficial de policía, aunque se estima que puede haber más de un centenar de personas bajo los escombros.
El comandante adjunto de la Fuerza de Respuesta de Desastres Nacionales del país asiático (NDRF, según sus siglas en inglés), Anil Shekhawat, ha confirmado la cifra de fallecidos y ha afirmado que el número de heridos podría ascender “a entre 80 y 90”.“Cinco de nuestros equipos, con 270 integrantes, están trabajando en el lugar de los hechos, y otros cinco están en camino, con lo que finalmente serán unos 500 trabajadores sobre la zona en las próximas horas”, ha añadido.
La policía, los equipos de rescate y los vecinos trabajan mano a mano para tratar de levantar kilos de vigas y hormigón. Las imágenes muestran cómo la gente facilita, a través de pequeños huecos, botellas de agua a algunos de los que aún siguen atrapados.
La estructura, que lleva en construcción desde 2009, se ha venido abajo el jueves en Barabazar, una zona concurrida de la capital de Bengala, desplomándose sobre transeúntes y vehículos.
Los testigos han relatado a las televisiones locales que en plena tarde escucharon un sonido fuerte, como una explosión, al que siguió una inmensa nube de polvo. Las causas del derrumbe se desconocen por el momento.
El ministro del interior, Rajnath Singh, lamentó el incidente al asegurar que estaba “profundamente triste al saber que preciosas vidas se han perdido en el accidente de Calcuta”.
Ante la creciente población y urbanización que vive India, aumenta también la necesidad de construir infraestructuras, algo que en ocasiones se hace con mucha velocidad y poca calidad. Al mal estado se une la falta de mantenimiento y unas escasas medidas de seguridad durante las obras. Eso lleva a que el colapso de estructuras sea habitual en este país. Accidentes que suelen acabar con numerosas víctimas mortales.
En septiembre se derrumbó un túnel en el norte del país que sepultó durante nueve días a dos trabajadores que finalmente fueron rescatados. Un mes antes se vino abajo un muro en una cantera que acabó con la vida de 11 personas y hace un año fallecieron cinco cuando se desplomó un edificio de cinco plantas.
Uno de los casos más trágicos de los últimos años tuvo lugar en 2012, al derrumbarse un puente en construcción en el estado de Rajastán, suceso que causó medio centenar de muertos, cifra similar a la que se registró en Bihar hace diez años, cuando un puente de peatones se desmoronó encima de un tren.
(Fuente: elmundo.es)
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