REUTERS/Jean-Paul Pelissier
El procurador de Marsella, Brice Robin, ha informado a las familias de las víctimas españolas que el accidente del Airbus 320 en los Alpes fue "deliberado", obra de uno de los pilotos, identificado como Andreas Lubitz.
"Se ha descartado que haya tenido un problema físico, un mareo o un infarto porque la respiración es normal", sostiene el procurador de Marsella, Brice Robin, en una reunión con las familias de los 150 fallecidos en el avión Airbus 320 que se han desplazado hasta la zona del siniestro, añadiendo que cree que "voluntariamente el copiloto no quiso abrir la puerta al comandante". "No puede ser un error, ni siquiera caer y golpear con la cabeza", sostiene.
Asimismo, el fiscal ha establecido en la reunión que "se escuchaban gritos del comandante pidiendo que le deje entrar a la cabina, pero que no hay respuesta del copiloto. Sigue golpeando el comandante a la puerta pero no tiene respuesta. Pero sí se escucha respirar al copiloto hasta el impacto" haciendo hincapié en que "esa respiración nos indica que el copiloto estaba vivo. Lo llaman los controladores aéreos, no hay respuesta".
De esta forma el fiscal considera que la interpretación más plausible es que es que el copiloto voluntariamente se hubiese negado a abrir la puerta de la cabina al comandante y de la misma manera hubiese activado el botón para perder altitud. Por lo tanto, considera que lo más pausible es que el copiloto estrellara el avión.
Medios alemanes han difundido los nombres de los pilotos. El copiloto, identificado como Andreas Lubitz, alemán, trabajaba para Germanwings desde septiembre del año 2013 y poseía 630 horas de tiempo de vuelo.
Más información en breve.
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