Se ha perdido un 30% de la población de abejas en la última década. Las abejas polinizan y son clave para el ecosistema y la agricultura. El organismo insta a estudiar las abejas salvajes e invertir recursos
Cerca de una décima parte de las 1.965 especies de abejas salvajes que hay en Europa se enfrenta a la extinción, según un informe de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) publicado este jueves. El informe, que forma parte de la Lista Roja Europea de la UICN y está patrocinado por la Comisión Europea, también apunta que se desconoce el estado de más de la mitad de especies de abejas.
Se trata de la primera evaluación realizada sobre las abejas a nivel europeo e incluye su estado, distribución, población, tendencias y amenazas. El estudio revela que un 9,2% están amenazadas de peligro de extinción, mientras que un 5,2% podrían estar amenazadas en un futuro próximo. En total, el 56,7% de las especies clasificadas presentan datos deficientes, por la falta de expertos, de datos y de financiación, lo que ha hecho imposible valorar su riesgo de extinción.
Falta de recursos para conocer las abejas
El director del Programa Global de Especies de la UICN, Jean-Christophe Vié ha defendido que esta es la mejor evaluación disponible, sin embargo, el conocimiento actual sobre las abejas es “incompleto” y existe una falta “alarmante” de expertos y recursos.
“Las abejas juegan un papel esencial en la polinización de nuestros cultivos. Debemos invertir urgentemente en mayor investigación para obtener las mejores recomendaciones para revertir su declive”, ha subrayado.
El informe revela que el 7,7% de las especies ha reducido sus poblaciones; el 12,6% están estables y el 0,7% se ha incrementado. Al mismo tiempo, se desconoce la tendencia de población del 79% de las especies de abejas.
Amenazas para las abejas
En este contexto, el documento apunta que una de las principales amenazas para la supervivencia de las abejas son los cambios en las prácticas de la agricultura, el incremento de la intensificación de las explotaciones ganaderas que han provocado a pérdidas a gran escala y una degradación de los hábitats. Por ejemplo, comentan, la producción intensiva de pastos causa la pérdida de zonas de pastos ricas y de las flores de temporada, que son una fuente importante de recursos de alimento para los polinizadores.
Además, el uso extendido de insecticidas también daña a las abejas y los herbicidas reducen la disponibilidad de flores, de las que dependen estos insectos. El uso de los fertilizantes promueve las praderas de hierba homogéneas, con menos plantas que dan flores y leguminosas, que son fuentes de alimento para muchas de estas especies. Este conjunto de amenazas ha provocado una pérdida del 30% de la población de abejas en la última década y se acerca a la extinción en algunos países.
Incidencia del cambio climático
Al mismo tiempo, el informe apunta que el cambio climático es otro factor importante para el riesgo de extinción de la mayor parte de abejas y en particular de los abejorros. Las lluvias intensas, las sequías, las olas de calor y el incremento de las temperaturas pueden alterar los hábitos por lo que algunas especies individuales se han adaptado a la situación y se espera una reducción “dramática” del área de su hábitat, llevándolas a un declive poblacional. En total, el 25,8% de los abejorros de especies están amenazados de extinción, según el informe.
El estudio incluye también una evaluación de la abeja occidental (Apis mellifera), la de la Península Ibérica, que es la polinizadora más conocida. Su distribución nativa se da en gran parte de Europa pero no se sabe qué ocurre con ella como especie salvaje, más que como especie domesticada.
Instan a profundizar el estudio de las abejas
Precisamente, como la Lista Roja solo se centra en las especies salvajes, faltan datos a la evaluación. Por ello, la UICN cree necesario hacer una investigación más profunda para diferenciar entre las especies salvajes y las colonias domesticadas para entender mejor los impactos de la malnutrición, los pesticidas y los patógenos en las colonias de las abejas de la miel.
“La calidad de la vida y de nuestro futuro depende de muchos servicios que la naturaleza proporciona de forma gratuita”, ha destacado la Comisaria europea de Asuntos Marítimos y Pesquerías, Karmenu Vella, que ha añadido que la polinización es uno de estos servicios, por lo que ha dicho que es “muy preocupante” conocer el riesgo al que están sometidos algunos de los máximos polinizadores.
“Si no precisamos las razones que hay detrás del declive de las abejas salvajes y actuamos urgentemente para frenarlo podríamos pagar un precio ciertamente muy alto”, ha advertido.
Según el informe, las abejas son esenciales para los ecosistemas salvajes y para la agricultura ya que realizan la polinización, que tiene un coste total estimado de 153.000 millones de euros a nivel global y de 22.000 millones de euros en Europa cada año, ya que polinizan aproximadamente el 35% de la producción agricultora global
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