El gerente de fondos de cobertura Paul Singer ha advertido a sus inversores (y más ampliamente a líderes y legisladores) sobre el potencial poder destructivo de un Pulso ElectroMagnético o PEM, que podría ser provocado por eventos solares o por acción humana, a través de explosiones nucleares en la atmósfera.
Según Singer, las investigaciones muestran que no existe ningún otro tipo de incidente, incluyendo una bomba nuclear, que tenga tal potencial de devastación a gran escala, en relación al nivel de probabilidad de que llegue a producirse. Mientras que la explosión de una arma nuclear afectaría principalmente a una localización concreta (como por ejemplo, una ciudad), un PEM podría tener efectos a nivel mundial o a escala continental, causando estragos en toda la red y en los dispositivos eléctricos.
Según afirma Singer en una reciente entrevista:
“Un evento natural de Pulso ElectroMagnético, hoy en día causaría una interrupción masiva de la red eléctrica, posiblemente apagándola por completo durante meses o incluso años, con consecuencias inimaginables”
“Hace apenas dos años, el sol soltó un pulso de magnitud Carrington, pero la posición de la Tierra en ese momento, impidió que el pulso golpeara la tierra. Las probabilidades de que se repitan eventos de tal magnitud es mucho mayor de lo que la mayoría de la gente cree”
“Un pulso de este tipo no provocaría una explosión o daños por radiación, pero tendría consecuencias aún más catastróficas que una tormenta solar severa. No sólo podría provocar la caída de toda la red eléctrica, sino también provocar un pulso muy intenso que recorriera rápidamente todo el continente (refiriéndose a América en su caso), dañando o destruyendo dispositivos electrónicos, ordenadores y transformadores”
Los miembros del Congreso de EEUU y otros funcionarios con sede en Washington ya han hablado con anterioridad de la amenaza real que representa un PEM.
Por ejemplo, la representante Yvette Clarke, una figura de alto nivel en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámar, advirtió de que “la probabilidad de que se produzca un geo-evento magnético severo capaz de paralizar nuestra red eléctrica, es del 100%”
(Sorprende una afirmación tan categórica de un alto representante)
El Centro de Políticas de Seguridad de EEUU (Center for Security Policy), junto con otros funcionarios, han advertido de manera similar:
“Los expertos pronostican que si tal ataque fuera un éxito, efectivamente podría arrojar a los EE.UU. de nuevo a la edad media”
“Un año después producirse ese ataque, 9 de cada 10 estadounidenses estarían muertos, porque no podemos soportar una población del tamaño actual en los centros urbanos sin electricidad”, dijo Frank Gaffney, presidente del Centro de Políticas de Seguridad.
Agencias gubernamentales, como la NASA y la Agencia de Seguridad Nacional, han dado pasos preliminares para la preparación ante un PEM, sin tener en cuenta si este se debiera a causas naturales o artificiales.
Ya en agosto de 2013, la jefa de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, Janet Napolitano, afirmó que “un colapso de la red representaba un escenario inevitable, que podía producirse en cualquier momento”
Sorprende la insistencia con la que se habla de este tema en determinados medios y ámbitos, desde la NASA hasta las webs alternativas más diversas, pasando por multimillonarios propietarios de fondos buitre como Paul Singer.
No sabemos si es propaganda que oculte algún tipo de negocio relacionado con los sentimientos apocalípticos, si algunas autoridades quieren crear miedos artificiales o si es un peligro tan real como quieren hacernos creer.
¿Hay gato encerrado en todo esto? Que cada uno saque sus propias conclusiones…
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