Al menos 38.000 personas morirían una hora después del seísmo y buena parte de la ciudad quedaría destruida
La capital de Filipinas se encuentra atemorizada ante la posibilidad de que un potente terremoto, que los expertos predicen podría sacudir Manila próximamente, deje decenas de miles de muertos y destruya buena parte de una de las ciudades más pobladas del mundo.Según advirtieron este mes autoridades de la ciudad de Manila a la Asociación Médica de Filipinas (PMA, sus siglas en inglés) en una reunión a puerta cerrada, al menos 38.000 personas morirán en la primera hora después del terremoto y más de 100.000 resultarán heridas.
“En estos momentos, ya no nos preguntamos si un desastre de esas proporciones podría suceder en Manila. Lo que nos preguntamos es cuándo sucederá exactamente”, ha dicho a los medios locales el presidente de la PMA, Leo Olarte.
La fuente señaló que pocos son conscientes de que Manila, asentada sobre la Falla de Marikina, suele sufrir un terremoto de más de 7 grados de magnitud cada 200 años, un ciclo que -aseguró- ya se ha completado.
“La pesadilla puede hacerse realidad en cualquier momento”, subrayó Olarte.
El terremoto podría ser tan destructivo que ciertas zonas, como los terrenos ganados al mar en el área metropolitana de Manila, quedarían convertidos en “una enorme fosa común”, comentaron los expertos en la reunión mantenida entre las autoridades de la ciudad y representantes de la asociación médica del país.
Además, el 20 por ciento de Manila quedaría completamente arrasada, mientras que al menos un 13 por ciento de los 170.000 edificios residenciales se derrumbarían, por lo que 1,2 millones de personas no tendrían dónde vivir.
Para enfrentarse a tal desastre, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) ha elaborado para Filipinas un Estudio de Reducción de Impacto de Terremotos, en el que apuntan más de 100 medidas que debería llevar a cabo el Gobierno, como la promoción de la construcción de edificios que resistan movimientos sísmicos.
El documento indica también cuáles serían las zonas de la ciudad más afectadas y trata de describir a los residentes de Manila cuál sería la situación durante y en los días posteriores al terremoto.
Para una mejor concienciación de la actual situación de riesgo, durante el mes de julio las autoridades locales han realizado numerosos simulacros de terremoto y de tsunami en Manila, en los que han participado miles de personas y en los que se instruye a la población en los pasos a seguir en caso de un desastre natural.
El estudio japonés apunta que el temido terremoto, conocido popularmente como “The Big One”, afectaría a unos 25 millones de ciudadanos, que es el número de personas que se espera residan en la zona metropolitana de Manila y en las provincias colindantes a la ciudad para 2015.
“Nos estamos esforzando en llevar a cabo medidas concretas para ayudar a minimizar el enorme número de víctimas que dejaría un desastre natural como al que nos enfrentamos”, ha dicho Olarte.
De hecho, los residentes de Manila pudieron comprobar la veracidad de la amenaza de un terremoto cuando un temblor de 5,7 grados de magnitud, con epicentro a unos 100 kilómetros de la metrópolis, sacudió gran parte de la ciudad, aunque sin dejar víctimas ni daños materiales.
Según el informe elaborado por los japoneses, unos 30 terremotos han dejado importantes daños en Manila desde 1900, causados por varias fallas alrededor de la ciudad que se han ido descubriendo, aunque la más importantes es la de Marikina, que atraviesa la capital de norte a sur.
El archipiélago filipino se encuentra en la región conocida como “El Anillo de Fuego” del Pacífico, un área en la que se registran miles de temblores al año, aunque en su gran mayoría de poca magnitud.
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