La Tierra fue un astro sin vida alguna vez, solo un trozo de roca impactada por distintas fuerzas naturales. Entonces, una serie de condiciones se unieron y se originó la vida, que fue evolucionando a través del tiempo. Hemos sufrido distintos eventos catastróficos, pero eventualmente los organismos se han adaptado y sobrevivido.¿Es el sol una amenaza para vida terrestre?
Hoy, cuando el planeta es de una riqueza biológica inconmensurable y el ser humano ha desarrollado su inteligencia y conocimiento de la realidad, resulta esencial saber hasta dónde las amenazas cósmicas pueden significar el fin de la vida en la Tierra.
Aunque parezca inverosímil, el sol constituye en sí mismo una amenaza para la vida terrestre. Se predice que en unos siete mil millones de años esta estrella quemará todo su combustible para convertirse en una gigante roja. ¿Qué puede significar eso? Que su diámetro abarcará nuestra órbita y, por tanto, el planeta se vaporizará.
Por otro lado, ya desde mucho antes las temperaturas de la Tierra serán tan elevadas que los océanos se secarán y se limitarán las posibilidades de subsistencia de los organismos vivos.
¿Cuán dañina sería una hipernova?
La hipernova es una estrella muy masiva que colapsa al final de su vida provocando explosiones importantes en la región de la galaxia donde se encuentre. Aunque son eventos fortuitos, de producirse existe la posibilidad teórica de que sus rayos gamma destrocen la capa de ozono, terminando con la vida en la Tierra.
Gliese 710: una enana naranja para preocupar
El futuro de muchos astros puede incidir en nuestro planeta. Se ha predicho que el desarrollo como estrella de Gliese 710, una enana naranja muy cercana, puede afectar el cinturón de meteoritos ubicado en los límites del Sistema Solar (nube de Oort). Los cometas resultantes del evento podrían impactar la Tierra de manera dramática.
¿Qué hacer para salvaguardar la Tierra de amenazas cósmicas?
Teniendo en cuenta que cualquier amenaza cósmica a la vida terrestre tendría lugar en un buen período de tiempo astronómico, es de suponer que la tecnología de los habitantes sería muy avanzada. Para salvaguardar la Tierra, habría que diseñar una órbita artificial para el planeta. Desde luego, esta no sería la única obra ingenieril que habría que realizar, pero sí representaría un punto de partida.
A pesar de que las amenazas cósmicas para la vida en la Tierra solo podrían hacerse realidad en un futuro muy distante, no cabe duda de que el ser humano, ayudado por su mejor herramienta, la ciencia, deberá comenzar siglo a siglo a preparar las condiciones para que la raza humana sobreviva en el peor escenario posible. Es un compromiso con nuestra especie y con cada una de las buenas personas que nos han precedido; es un compromiso con la inteligencia.
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