Parece ser que nos hemos acostumbrado a las fatalidades, con científicos prediciendo la sexta extinción masiva debido a los efectos del cambio climático, y religiosos que declaran el apocalipsis debido a un exceso de pecado. Es casi imposible imaginar que estos dos grupos estén de acuerdo en algo más que el ominoso presagio de sus respectivos mensajes. Pero en los primeros días de la revolución científica, en la época de Shakespeare, el célebre filósofo y político inglés Francis Bacon y, más tarde, en el siglo XVII, el matemático René Descartes, utilizaron razonamientos lógicos, junto con las creencias de magia, adivinación, astrología, etc.
Sin embargo, incluso en esta vorágine de pensamientos y prácticas heterodoxas, Sir Isaac Newton se destacó como una coexistencia particularmente extraña de profecías bíblicas, creencias ocultas y una matemática rígida y formal que no solo se adhirió al método científico inductivo, sino que también se expandió su potencial aplicando axiomas generales a casos específicos. Sin embargo, muchos de los principios generales de Newton parecerían totalmente contrarios al naturalismo de la mayoría de los físicos de hoy en día. Mientras formulaba los principios de la gravedad y tres leyes del movimiento, Newton también buscó la legendaria piedra filosofal e intentó convertir el metal en oro. Además, el también devoto religioso Newton escribió tratados teológicos que interpretaban las profecías bíblicas y predijo el fin del mundo.
¿Y cuál fue su conclusión? Que el mundo terminará en 2060 cuando el universo “se reinicie”.
El científico, que descubrió la gravedad, dejó por escrito que la segunda venida de Jesús tendría lugar en poco más de cuatro décadas. Basando su estudio en los textos bíblicos, Newton dijo que el mundo se “reiniciaría” y en ese punto la Tierra volverá a ser “el Reino de Dios”. En una carta de 1704 expuesta en la Universidad Hebrea de Jerusalén, Newton, bajo el seudónimo de “Jehovah Sanctus Unus”, describió su predicción:
“Entonces el tiempo multiplicado por la mitad es 42 meses o 1260 días o tres años y medio, recuento de doce meses a un año y de 30 días a un mes como se hizo en el Calendario del año primitivo. Y los días de las bestias efímeras puestas para los años de los reinos vividos, el período de 1260 días, si data de la conquista completa de los tres reyes 800 d.C., terminará en el 2060 d.C. Puede terminar más tarde, pero yo no veo razón para su finalización antes.”
En sus notas, Newton escribió que las “malvadas naciones” quedarán en ruinas y los judíos regresarán del “cautiverio” a su tierra natal antes del fin del mundo. Pero ahora, el escritor y astrónomo austríaco Florian Freistetter ha analizado extensamente las sorprendentes predicciones de Newton en su libro titulado “Isaac Newton, el idiota que reinventó el universo (Isaac Newton, the Asshole Who Reinvented the Universe)”.
En su nuevo libro, Freistetter muestra la cara oculta del gran genio de la ciencia, quien lo describe como un hombre difícil y un ególatra. Además, presenta evidencias de que Newton fue confabulador, resentido y antisocial. Pero también deja claro que, sin todos estos rasgos, el físico ingles nunca habría revolucionado la física. Y entre todo este controvertido cóctel, trata su misteriosa faceta que lo llevó a estudiar textos bíblicos y a predecir el apocalipsis.
“Newton dedicó una gran cantidad de su tiempo al estudio de textos religiosos y trató de construir una cronología de eventos pasados para ordenar todas esas historias… orden”, ha declarado Freistetter al tabloide británico Daily Star. “Estaba convencido de que los eventos futuros ya habían sido ordenados por Dios. De la Biblia, Newton extrajo algunos períodos de tiempo proféticos. Para él, 2060 [sería] un nuevo comienzo; tal vez acompañado por guerras y catástrofes, pero finalmente el comienzo de una nueva era divina.”
Mucho más que un hombre de ciencia
Newton estaba tan seguro de sus predicciones como lo fue en el mundo racional de la ciencia. Los documentos en gran parte desconocidos e inéditos, evidentemente escritos por Isaac Newton, indican que estaba convencido de que el mundo terminara en el 2060 d.C. Pero a pesar de la naturaleza dramática de su predicción, Newton no se refirió al 2060 como un acto destructivo que resulta en la aniquilación de la Tierra y sus habitantes, sino más bien que el mundo será sustituido por uno nuevo basado en una transición a una era de paz divinamente inspirada. En la teología cristiana, este concepto a menudo se conoce como la Segunda venida de Cristo a la Tierra.
Como mucha gente sabe, el trabajo científico de Newton ha permitido a los científicos hacer predicciones precisas durante cientos de años. Pero tan fascinante y curioso como pueden ser los descubrimientos de Newton, sus predicciones apocalípticas han servido para saber que algunos de los mejores genios científicos también iban más allá de la lógica y racionalidad.
¿Crees que las predicciones apocalípticas de Newton son correctas? ¿El mundo tal como lo conocemos terminara en 2060?
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