Un equipo de investigadores de la University of Tokyo han logrado un nuevo record, creando el campo magnético interior controlable más fuerte de la historia, pero a un gran costo: hicieron explotar su laboratorio.
Aunque los incidentes ocurrieron en muy poco tiempo, fueron captados una cámara especializada.
Para realizar el experimento, los investigadores construyeron el generador en un laboratorio diseñado especialmente para probar sus propiedades materiales, y que utiliza un método conocido como «compresión de flujo electromagnético».
Inicialmente el equipo esperaba que el campo magnético llegase a un máximo de 700 teslas (la unidad estándar para medir la intensidad del campo magnético), sin embargo alcanzó los 1.200 teslas.
El generador de megagauss justo antes de que se encienda. Algunas piezas para el dispositivo son extremadamente raras y muy pocas compañías en todo el mundo son capaces de producirlas. Crédito: Shojiro Takeyama/University of Tokyo
El resultado fue de 400 veces más alto que los campos generados por otros potentes imanes utilizados en las máquinas de MRI, y 50 millones de veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra.
Aunque no es el campo magnético más fuerte que se ha producido. En el año 2001, científicos rusos crearon un campo magnético usando explosivos. Alcanzaron los 2.800 teslas, pero fue tan fuerte e incontrolable que hizo explotar su equipo.
Según los físicos, el intenso campo magnético desarrollado podría ayudarnos a entender de mejor manera como alcanzar el «límite cuántico» necesario para la fusión nuclear.
Shojiro Takeyama, físico de UTokyo, dijo en un comunicado:
Con campos magnéticos por encima de 1.000 Teslas, abres algunas posibilidades interesante. Puedes observar el movimiento de los electrones fuera de los entornos materiales en los que están normalmente. Así que podemos estudiarlos desde una nueva perspectiva y explorar nuevos tipos de dispositivos electrónicos. Esta investigación también podría ser útil para aquellos que trabajan en la generación de energía de fusión”.
Aunque la duración del campo magnético de UTokyo solo fue de una milésima de segundo, pudo mantenerse durante más tiempo que cualquier otro intento con una fuerza similar.
Takeyama explicó:
Una forma de producir energía de fusión es confinar plasma, un mar de partículas cargadas, en un anillo grande llamado tokamak para extraer energía de él. Esto requiere un fuerte campo magnético del orden de miles de teslas durante varios microsegundos. Esto es muy similar a lo que nuestro dispositivo puede producir”.
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