"Incluso 24 horas antes, el lugar de la caída del carguero fuera de control sólo se podrá determinar con un gran margen de error", asegura una fuente. Los cálculos de la Agencia Espacial Europea retrasan las fechas iniciales que barajan en la agencia rusa Roscosmos al sábado 9 de mayo. La ESA envía un mensaje tranquilizador: "En seis décadas de vuelos espaciales, ninguna persona ha sido golpeada" por un escombro de un satélite o nave.
Además, recomendó no infundir pánico sobre el peligro del carguero de fabricación rusa, que sufre su primera avería en cuatro décadas. “Todos los fragmentos que pueden representar una amenaza no llegarán (a la Tierra), ya que se desintegrarán en las capas densas de la atmósfera”, dijo.
Según las predicciones del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, siglas en inglés), la nave espacial rusa se precipitará contra nuestro planeta el viernes y caerá en aguas del océano Pacífico, cerca de las costas estadounidenses, en torno a las 14:30 (hora española) del viernes. Al respecto, la fuente rusa instó a no creerse al pie de la letra las diversas previsiones emitidas por el NORAD y webs especializadas.
La Agencia Espacial Europea (ESA), por su parte, ha anunciado que será el próximo sábado 9 de mayo cuando caiga a la Tierra. En una entrada en el blog de la misión, en donde la ESA asegura estar “en estrecho contacto con las agencias rusas y estadounidenses“, se apunta que a esta fecha hay que aplicarle un margen de error de más o menos dos días.
En este sentido, se aclara que “en seis décadas de vuelos espaciales, ninguna persona ha sido golpeada” por un escombro de un satélite o nave que reingresa en el planeta. Así, apunta que las personas aceptan riesgos mucho más altos en su vida cotidiana, como es la conducción de un coche o volar en aviones. “Es muy importante entender que el riesgo en terreno de cualquier persona es extremadamente pequeño“, aclara la ESA.
El orgullo espacial de Rusia
El carguero no tripulado, fue lanzado la pasada semana y pesa más de siete toneladas. Lleva en su interior alimentos, agua, oxígeno y otros suministros para la Estación Espacial Internacional (ISS). Del mismo modo, a lo largo de esta semana en el espacio, los expertos han observado alrededor de medio centenar de piezas de desechos en las proximidades del vehículo de reabastecimiento y la parte superior del cohete Soyuz que la llevó a órbita, aunque no pueden concretar su origen.
Las Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora sólo habían sufrido un accidente, en agosto de 2011, por un fallo del cohete portador.
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero, lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), después de que éste quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra debido a que no se desplegaron todas sus antenas.
Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional cerca de 2,5 toneladas de suministros -combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos-, han sido hasta ahora infructuosos. Por ese motivo, a los tripulantes de la plataforma orbital se las ha recomendado que economicen gastos, ya que la próxima Progress no será lanzada hasta agosto, aunque el carguero norteamericano Dragon despegará con rumbo a la estación el 19 de junio.
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