Científicos británicos, que han observado un repentino aumento de la pérdida de hielo en una región previamente estable de la Antártida, han establecido que esa situación es tan grande que provoca pequeños cambios en el campo gravitatorio de la Tierra.
El doctor Bert Wouters, de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, trata de explicar cómo de masiva es esta pérdida de hielo. “Hasta la fecha, los glaciares de la zona estudiada han añadido 300 kilómetros cúbicos de agua a los océanos. Es un volumen equivalente al de 350.000 Empire State Building.”
El estudio, publicado en la revista Science, ha sido posible gracias a datos provenientes de los satélites: el CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea, y la misión Grace de la NASA. Cryosat-2 recoge información sobre el grosor de la capa de hielo haciendo rebotar pulsos de radar sobre la superficie terrestre desde una altura de 700 Km.
Grace, por su parte es un satélite de la NASA encargado de medir con precisión las fluctuaciones del campo gravitatorio terrestre. Es este satélite el que ha registrado sutiles cambios en la misma zona que los investigadores achacan a la pérdida de hielo.
Los científicos no están seguros de cuál ha sido el mecanismo que ha precipitado este fenómeno, pero apuntan a que probablemente en 2009, el calentamiento ha alcanzado un límite crítico en esa zona que ha propiciado la aceleración del deshielo. Actualmente se siguen recogiendo datos para tratar de determinar a qué ritmo se seguirá perdiendo hielo en el futuro.
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