La erupción del volcán Bulasan arrojó una columna de ceniza durante unos 3,5 minutos que se elevó más de 250 metros de altura. Los expertos han declarado la alerta número uno, que establece un comportamiento anormal del volcán y prevé la posibilidad de más erupciones.
La oficina provincial de Sorsogón de respuesta a los desastres naturales detalló al diario local Inquirer que todos los evacuados son vecinos de Cogon, una de las aldeas que crecen a las faldas de esta montaña de 1.565 metros sobre el nivel del mar y situada a unos 250 kilómetros al sureste de Manila. Los evacuados han sido instalados temporalmente en el Instituto Nacional Gallanosa, en la barriada de San Pedro.
Los expertos de la agencia nacional de vulcanología han declarado la alerta número uno, que establece un comportamiento anormal del volcán y prevé la posibilidad de más erupciones, y han impuesto una zona de seguridad de nueve kilómetros de radio alrededor del cráter.
Las autoridades temen además que las precipitaciones anunciadas para mañana en la zona, que acompañan al frente lluvioso que se aproxima al país por el Pacífico, formen inundaciones y corrimientos de tierra.
La última erupción fue la segunda de Bulusan en mayo, tras la sufrida el Día de los Trabajadores y en la que también arrojó otra columna de ceniza durante unos cinco minutos. El archipiélago filipino se asienta sobre una zona de intensa actividad sísmica inscrita dentro del llamado “Anillo de fuego del Pacífico”, y dispone de 23 volcanes activos.
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