Si hablamos de radiación de fondo, aparentemente China, Brasil e India destacan entre la media, aunque hay que tener en cuenta que los países ecuatoriales reciben mucha más radiación del Sol al estar más cercanos al mismo.
Luego debemos diferenciar entre la radiación de fondo natural que se encuentra en todas las partes del mundo, o la radiación creada por el hombre (antropogénica) con sus reactores nucleares o armas.
Algunas rocas contienen elementos radiactivos como uranio, torio, potasio o radón, los cuales se descomponen de manera natural. Una de las rocas naturales más radiactivas en el mundo es una roca ígnea de Groenlandia denominada Llimaussaq, que contiene grandes cantidades de uranio.
En Reino Unido, el radón es uno de los elementos radiactivos más comunes, pudiendo encontrarse en casas y edificios en concentraciones peligrosas. La oficina de Inspección Geológica Británica (BGS) y la Agencia de Protección Sanitaria de Reino Unido, realizan estudios de radón con frecuencia para asegurarse que no se convierte en un problema de salud para las personas.
Semipalatinsk
Si hablamos de radiación causada por el hombre, no sería ni Chernóbil o Hiroshima, sino el sitio donde se realizaron las primeras pruebas con bombas nucleares de la antigua Unión Soviética, cerca de la ciudad de Semey (antiguamente Semipalatinsk), en Kazajiistán.
Allí, bajo el mando de Stalin, se experimentó el 29 de agosto de 1949 con detonaciones de bombas nucleares en un terreno que fue tipificado como “inhabitado”, aunque en las inmediaciones vivían unas 700.000 personas en pueblos y ciudades. Desde ese momento el lugar fue borrado del mapa y se realizaron unas 615 pruebas nucleares durante los siguientes 40 años.
Durante los primeros 13 años, las pruebas se realizaron en la superficie de los 80.000 kilómetros cuadrados de terreno, lo que lanzó al aire ingentes cantidades de residuos radiactivos. Las pruebas bajo tierra que se realizaron posteriormente, contaminaron químicamente con radiación el suelo con un efecto que durará miles de años.
Kazajiistán clausuró el sitio de pruebas desde el momento en que ganó su independencia como república en 1991, convirtiéndose en el primer país del mundo en abandonar de manera voluntaria las armas nucleares, aunque el legado de esas pruebas persistirá. De hecho se tratan anualmente 40.000 pacientes de cáncer en esa zona, un tercio más que la media nacional.
Lago Karachai
También el lago Karachai, en los montes Urales de Rusia, está considerado como uno de los lugares más peligrosos de la Tierra porque se empleó como basurero para los residuos radiactivos que generaba un almacén y una planta de reproceso nuclear. Aparentemente, estar cinco minutos en la orilla del lago te produce una muerte asegurada, y si permaneces una hora, morirás irremediablemente en las siguiente horas.
El nivel de radiación en la orilla del lago es de unos 600 roentgen por hora y acumula 4,44 exabequereles (EBq) de radioactividad. El desastre de Chernóbil liberó de 5 a 12 exabequereles (EBq) de radiactividad, pero estos fueron distribuidos ampliamente, mientras que el lago Karachai acumula toda esa radiación en un sitio reducido.
En la década de 1950, la Unión Soviética comenzó a usar el lago como el basurero de Mayak, un almacén de residuos radiactivos y planta de reproceso construida entre 1945 y 1948 de manera apremiante y en el máximo secretismo, como parte de un programa armamentístico de la Unión Soviética. Varios ríos y lagos cercanos a la planta resultaron contaminados con radiactividad. La condiciones de trabajo en Mayak causaron graves consecuencias para la salud y accidentes, como una gran explosión que se produjo el 29 de septiembre de 1957.
En la década de 1960, el lago comenzó a secarse y el viento transportó el polvo radiactivo lejos, contaminando a medio millón de personas con 185 petabequereles de radiación, la cual es comparable al efecto de la bomba atómica lanzada en Hiroshima. Finalmente, el lago se rellenó de hormigón entre los años 1978 y 1986.
Se desconoce si algún día será posible limpiar el área contaminada. Algunos expertos todavía temen que la radiactividad pueda llegar al río Tetscha y al Océano Atlántico si consigue filtrarse por las aguas subterráneas, lo que conduciría a una contaminación radiactiva a nivel mundial.
Estados Unidos
También cabe mencionar que los ciudadanos estadounidenses han aumentado sus niveles de exposición a radiaciones hasta un factor de 6, debido al uso de pruebas de medicina nuclear en hospitales. Muchos acuden simplemente para chequeos y pruebas que emplean avanzadas tecnologías que generan radiación.
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