Un gusano que afecta al sistema nervioso central se está extendiendo por varios estados del país americano y puede causar el coma e incluso la muerte. Las autoridades recomiendan evitar ingerir caracoles, babosas poco cocidas o ranas porque son animales que podrían estar infectados.
Se trata del Angiostrongylus cantonensis, o lo que es lo mismo, un gusano que causa la meningoencealitis, una enfermedad que afecta al sistema nervioso central y puede provocar el coma e incluso la muerte. Investigadores de la Universidad de Florida han encontrado evidencia de este parásito letal en varios estados de Estados Unidos: Luisiana, California, Alabama y Florida, informa FOX News.
Los autores del estudio publicado en PLOS ONE dicen que “la capacidad de este nematodo, históricamente subtropical, de prosperar en un clima más templado es alarmante”, y expresaron su preocupación por el cambio climático en relación con la propagación del parásito.
El gusano comienza su ciclo de vida -como sugiere su nombre- en una rata. Los huevos del gusano eclosionan en los pulmones de la rata. Las larvas se mantienen en las heces del roedor, y luego pueden ser recogidas por un caracol o babosa. Ahí es donde las larvas maduran a la etapa tres. Después de que los caracoles los excreten, la rata los ingiere y el ciclo comienza de nuevo.
Una persona podría contagiarse al ingerir caracoles infectados, por ejemplo. La enfermedad duraría entre dos y ocho semanas y presentaría síntomas como de meningitis bacteriana como náuseas, vómitos, rigidez del cuello y dolores de cabeza severos.
Según el CDC, la mayoría de las infecciones de A. cantonensis se resuelven con el tiempo sin tratamiento específico porque el parásito no puede sobrevivir por mucho tiempo en el cuerpo humano. Los síntomas y las pruebas de A. cantonensis son similares a los de la meningitis bacteriana, pero los resultados de las pruebas para alguien infectado con A. cantonensis revelarán células de eosinófilos en lugar de células que combaten bacterias.
La infección puede ser difícil de diagnosticar y pueden presentarse complicaciones graves que pueden provocar coma o muerte. Por esta razón, los investigadores esperan sensibilizar a los profesionales médicos sobre la presencia del parásito. La prevención incluye no ingerir caracoles y babosas crudas o poco cocidas, camarones de agua dulce, cangrejos terrestres, ranas y lagartos de monitoreo, o verduras potencialmente contaminadas, o jugo de verduras.
La eliminación de caracoles, babosas y ratas que se encuentran cerca de casas y jardines también debe ayudar a reducir el riesgo. También se recomienda lavar las manos y los utensilios después de preparar caracoles o limos crudos. Las verduras deben ser lavadas a fondo, hoja por hoja, si se comen crudas.
También existe la preocupación de que el limo secretado por el caracol o babosa también puede contener larvas. Si el agua se contamina con larvas, el cloro no las afecta. También se han reportado infecciones del parásito en perros, primates no humanos, zarigüeyas y aves.
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