El continente antártico se sigue resquebrajando, una semana después de que se desgajara un trozo de hielo de un billón de toneladas.
Una nueva grieta ha aparecido en la plataforma de hielo Larsen C de la Antártida, una semana luego de que el iceberg A68 —de un billón de toneladas y 5.800 kilómetros cuadrados de superficie— se desprendiera de ese témpano. Sobre esto comunican investigadores del Proyecto MIDAS, que descubrieron la fisura tras analizar imágenes satelitales de alta resolución.
«Una nueva fisura parece estar extendiéndose hacia el norte […] y puede resultar en una mayor pérdida de área en la plataforma de hielo», advierten los científicos en un comunicado.
La grieta tiene una longitud de cerca de 6 kilómetros, partiendo del punto de separación del A68. Adrian Luckman, experto en glaciología y líder de la investigación de MIDAS, afirma que —a pesar de que todavía «no hay motivo de preocupación» — la fisura podría extenderse hasta Bawden Ice Rise, un punto geográfico “crucial para la estabilización de la plataforma de hielo Larsen C».
Mapa de Larsen C, superpuesto con la imagen térmica de la NASA MODIS, del 12 de julio, mostrando el iceberg desprendido
¿Es culpa del cambio climático?
Varios han especulado sobre si la ruptura del A68 fue causada por el cambio climático inducido por el ser humano. Bryn Hubbard, director del Centro de Glaciología de la Universidad de Aberystwyth y también investigador de MIDAS, indica que es imposible saberlo con certeza.
«Hacer esta pregunta es un poco como preguntar si una tormenta determinada, o una semana de calor específica, están relacionadas con el calentamiento global», explicó el científico citado por Deutsche Welle, agregando que no se puede dar una respuesta definitiva porque el desprendimiento de icebergs es un «proceso completamente normal».
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