Nos movemos en un mundo donde no es nada fácil creer en el más allá. Durante siglos la ciencia no ha dejado lugar a una concepción de la vida después de la muerte. Es mucho más simple, más lógico, ver la conciencia humana como una interfaz inmaterial que surge de procesos neuroquímicos en el cerebro. Es decir, no hay alma, no hay vida después de la muerte. El universo es sólo átomos en el vacío. Conceptos como el cielo, el infierno, el alma y el espíritu no tienen sentido. ¿Entonces que ocurre cuando nos morimos? Para la ciencia, una vez que nos marchamos perdemos nuestra identidad, nuestra conciencia, para siempre. No hay vida después de la vida.Pero por suerte no todo el mundo se cree las explicaciones científicas sobre este tema en concreto. Un número cada vez mayor de físicos han estado buscando un punto de vista diferente del Universo. Por ejemplo, el anestesista y profesor de la Universidad de Arizona Stuart Hameroff cree en la teoría de la Reducción Objetiva Orquestada (RO Orch), que sostiene que nuestra conciencia se compone de la información cuántica que tuvo lugar en los microtúbulos. Cuando morimos, según esta teoría, nuestra “alma cuántica” se redistribuye de nuevo al universo.
Esta teoría podría ayudar a explicar las experiencias cercanas a la muerte (ECM), cuando la gente parece salir de sus cuerpos después de que el corazón haya dejado de latir y después de regresar, con la cabeza llena de imágenes de otro mundo. Pero por fin podemos decir que la ciencia ha confirmado la vida después de la muerte, después de descubrir que la conciencia continúa incluso cuando una persona ha muerto.
Confirmada la vida después de la muerte
Científicos británicos han confirmado la existencia de la vida después de la muerte y han puesto de manifiesto que la conciencia continúa incluso después de que el cuerpo físico haya muerto. Los científicos estudiaron a más de 2.000 personas y confirmaron que el pensamiento persiste después de la muerte. Además reconocieron tener evidencias de una experiencia fuera del cuerpo de un paciente quien fue declarado muerto por los médicos.
Según ha publicado el tabloide británico The Sun, el nuevo estudio sugiere que las personas siguen sufriendo de sensibilización hasta tres minutos después de la muerte. Esto es un marcado contraste de la creencia de que el cerebro deja toda la actividad 30 segundos después de que el corazón se detenga y que la conciencia se detiene al mismo tiempo.
De los 2.060 pacientes con paro cardiaco que fueron estudiados, el 40 por ciento dijo que eran capaces de recordar alguna forma de conciencia después de haber sido declarados clínicamente muertos. Los pacientes eran del Reino Unido, los Estados Unidos y Austria.
El Dr. Sam Parnia, profesor asistente de medicina de cuidados críticos en la Universidad Estatal de Nueva York y director del proyecto de investigación “Resurrección” (Resuscitation Research), es el autor principal del estudio y dijo que las personas pueden tener actividad mental al principio de la experiencia fuera del cuerpo, pero que pierden rápidamente los recuerdos después de su recuperación. Esto puede ser debido a los efectos de los fármacos sedantes o la lesión cerebral en la memoria.
“Contrariamente a la percepción, la muerte no es un momento específico, sino un proceso potencialmente reversible que tiene lugar después de cualquier enfermedad grave o accidente haga que el corazón, los pulmones y el cerebro dejen de funcionar”, explicó el Dr. Sam Parnia. “Si se hacen intentos para revertir este proceso, que se conoce como ‘un paro cardíaco’ y si estos intentos no tienen éxito se le llama ‘muerte’”.
Sólo el dos por ciento de los encuestados dijeron que tuvieron una experiencia fuera del cuerpo, pero estaban totalmente conscientes de lo que estaba ocurriendo a su alrededor después de su muerte. Sin embargo, aproximadamente la mitad de los encuestados, experimentó miedo. Pero el hallazgo más interesante y significativo del estudio fue el de un hombre de 57 años, que fue capaz de recordar lo que ocurría a su alrededor después de un paro cardíaco y considerarle clínicamente muerto. Describió los eventos con una precisión tan inquietante que los médicos lo consideraron el primer caso confirmado de una experiencia fuera del cuerpo de un paciente.
“Esto es significativo, ya que a menudo se ha supuesto que las experiencias en relación con la muerte son probables alucinaciones o ilusiones que se producen antes de que el corazón se detenga o después de que el corazón se haya reiniciado correctamente, pero no es una experiencia que corresponde con los eventos reales cuando el corazón no está latiendo”, continúa explicando el Dr. Parnia. “En este caso, la conciencia y el conocimiento parecían ocurrir durante un período de tres minutos, cuando no había latido del corazón. Esto es paradójico, ya que el cerebro normalmente deja de funcionar entre los 20 y 30 segundos de la parada cardíaca y no se reanuda de nuevo hasta que el corazón se ha reiniciado. Además, los recuerdos detallados de la percepción visual en este caso fueron consistentes con los eventos verificados.”
Parece ser que de una vez por todas podemos decir que la ciencia ha confirmado la vida después de la muerte. Pero también ha dejado constancia del atraso científico de occidente. De hecho, la filosofía oriental ha buscado durante mucho tiempo la unificación de la mente y la materia como parte de una energía cósmica, especulando que la conciencia experimenta la existencia como un ciclo sin fin de la transición y el renacimiento.
Esta idea se detalla a la perfección en película francesa “Enter the Void (2009)”, que no sólo explora las similitudes entre el “Libro tibetano de los muertos” y la Molécula Espiritual DMT, sino que intenta representar como sería el vuelo de un alma de este mundo al siguiente.
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