Los efectos de la tormenta se hicieron notar incluso en el norte de Londres, donde falleció un hombre de 90 años atropellado por un autobús tras ser arrastrado por los fuertes vientos.
La tormenta Desmond es el tercer temporal desde que arrancó el otoño y ha causado mayores estragos que sus dos predecesoras, Abigail y Barney. La Oficina Meteorológica británica ha decidido ponerles un nombre a los temporales ante los episodios cada vez más frecuentes de clima extremo y para mejorar el nivel de respuesta de los ciudadanos.
Demond desató la alerta roja en Cumbria, con varios condados al borde del estado de emergencia por las intensas lluvias y el desbordamiento de los ríos. La alerta se extendió a lo largo del sábado por todo el norte de Inglaterra hasta Yorkshire y en la provincia de las Frontera Escocesas.
La policía de Cumbria confirmó la evacuación de amplias zonas en Appleby, Keswick y Kendal, donde las aguas subieron por encima del metro medio. Los equipos de salvamento en el Distrito de los Lagos realizaron varias misiones de salvamento en zonas rurales.
En Cockemouth, una riada se llevó por delante las protecciones que protegían a la escuela local, que ha sufrido graves daños.
Decenas de carreteras han sido cortadas y las autoridades han recomendado a los automovilistas que eviten moverse salvo en caso de urgencia. Los servicios ferroviarios al norte del país se han visto también afectados. “Mis pensamientos están con todos los afectados por la tormenta Desmond”, escribió en twitter David Cameron.
“Los equipos de asistencia están trabajando para asegurar una respuesta efectiva y ayudar a todo los que lo necesitan”.
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