Comunidades aledañas se enfrentan a una devastadora sequía, que prácticamente consumió la vegetación acuática.
Así lo confirmó el diario orureño La Patria, que el viernes realizó una visita al lago Poopó, ubicado en el cantón de Untavi del municipio de Toledo del departamento de Oruro.
El lago, que hace algunos años era fuente de ingreso económico para varias familias pesqueras de la región, terminó por secarse. Actualmente en el lugar solo existe un inmenso desierto salino.
“El lago Poopó tenía las siguientes dimensiones: 84 kilómetros de largo, por 55 de ancho, lo que equivale a una superficie de 4.620 kilómetros cuadrados y desde el aire ahora se observa un espejo de agua reducido a la mínima expresión, que parece solo un charco en medio de kilómetros y kilómetros de tierra desértica”, señala La Patria.
Agrega que la comunidad de Untavi, que antes era un pueblo con bastante actividad, debido a la riqueza piscícola que existía, hoy pasó a ser una población silenciosa con un mínimo porcentaje de habitantes.
Según reporta el matutino orureño, algunos pobladores que pasaban por la plaza central, al notar la presencia de visitantes, empezaron a relatar la triste situación que están viviendo, pues desde el desastre ambiental ocurrido en noviembre de 2014, cuando murieron millones de peces, el lago Poopó no volvió a albergar a especies acuáticas.
Esto motivó a que la mayoría de las familias migren a otras poblaciones e incluso algunos prefirieron ir a buscar mejor suerte a países vecinos, como Chile. Mientras, los que se quedaron trabajan en la crianza de ganado, aunque en el sector existe una mínima cantidad.
El panorama es desolador. En donde otrora fuera la orilla del lago todavía se observan algunas embarcaciones, algo resecadas por el sol. También hay restos de peces y aves muertas, producto del desastre ocurrido en noviembre del pasado año.
La autoridad originaria de Untavi, Valerio Rojas, manifestó que es increíble creer que el lago se secó completamente en algo menos de dos meses, pues hasta septiembre todavía existían láminas de agua. Aseveró que el lago quedó convertido en un enorme desierto donde ni siquiera existe la posibilidad de sembrar alimentos, ni tampoco criar animales, solo se puede rescatar la arcilla del lugar.
Mencionó que se alertó a las autoridades departamentales y medioambientales, respecto a la situación del lago, “pero no hicieron caso”.
Se pidió el dragado del brazo izquierdo del río Desaguadero para que el lago se alimente, pero lamentablemente no se efectuó ninguna tarea. “Las esperanzas son pocas para que retorne el lago, porque creemos que nunca volverá a ser como antes, por eso al parecer solo queda migrar en busca de fuentes de empleo”, agregó.
Explicó que por las características geográficas que tiene el lago Poopó tiende a disminuir el espejo de agua en cierto tiempo y llenarse completamente después de 50 años, pero enfatizó que nunca se vio completamente secó como ahora.
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